Eagle XX1 y XTR cara a cara
Shimano ha llegado algo tarde, pero ha llegado para hacerlo prácticamente todo mejor
No nos engañemos, este tiempo de impás hasta que Shimano ha lanzado la apuesta total por el monoplato y el salto a las 12 velocidades ha servido para que SRAM gane terreno, especialmente en la gama alta y en los montajes de serie. Con ello nos hemos acostumbrado a su funcionamiento y, en parte, hemos olvidado lo bueno que siempre ha tenido Shimano en sus grupos. La comparación entre el SRAM Eagle XX1 y el nuevo Shimano XTR M9100 es imposible de evitar. La resumiríamos de la siguiente forma: Shimano ha llegado tarde, pero cuando ha llegado lo ha hecho para hacerlo todo mejor.
En un cara a cara entre ambos grupos el XTR se muestra mucho más suave en cuanto a cambios, más preciso y fácil de ajustar. Responde mejor a los cambios realizados de forma brusca con la cadena en máxima tensión, tanto subiendo como bajando piñones. Además ofrece 2 opciones de cassette para 12 velocidades, con su 10-45 siendo una excelente opción para los que buscan poco salto entre piñones, además del esperado 10-51. La maneta de cambio es más ergonómica (sus pequeñas estrías en los pulsadores ayudan a un gran agarre) y con un funcionamiento que requiere mucha menos fuerza.
El sistema Shadow+, sin ser ninguna novedad de esta revisión del Shimano XTR, sigue siendo una gran ventaja que evita que dañemos o toquemos con el cambios en salientes del camino o en pasos entre piedras. El cambio queda mucho más recogido y seguro que el de su rival.
Por lo que se refiere al peso, ambos grupos se mueven en números muy parecidos. La estética es algo muy personal, pero lo que está claro es que el XTR sigue con su línea histórica de acabados sobrios y elegantes.
Es, sin duda, el mejor XTR de la historia. Sabemos que esa frase es un clásico, pero se mantiene más vigente que nunca con esta actualización. La apuesta por el monoplato de Shimano es ahora decidida y poco o nada hay que criticar de su nueva propuesta. Tal vez la necesidad de un núcleo especial es el único inconveniente que vemos, pero es algo que, aunque doloroso, era de cajón que iba a suceder. Funcionamiento, acabado, opciones de desarrollo y estética son dignos de llevar las siglas más emblemáticas del mountain bike. Las de XTR.