Test Santa Cruz Vala, su e-MTB más comercial dice adiós al VPP, ¿a qué renuncia?

Todos los montajes por debajo de los 23 kg

Respecto a su cuadro, tenemos la típica fórmula Santa Cruz. Cuadro de carbono con versión C o CC. No busques versión de aluminio. Lo único de aluminio es la bieleta que está muy trabajada. Tanto que tiene el mismo coste fabricar esta bieleta de la Vala que las 2 bieletas de un sistema VPP del que emplean otras de sus bicis. Gracias a ello todos los montajes de la Santa Cruz Vala están por debajo de los 23 kg. Una de las diferencias entre el cuadro C y el CC es que el CC, el tope de gama, solo se puede montar con grupos inalámbricos.

Una de las ventajas de dejar fuera el VPP es que se ha ganado espacio para la tija telescópica, que ahora puede ser más larga y en talla M es ya de 180 mm de recorrido, con 210 mm de recorrido en la L.

Hardware cuidado al máximo como es habitual en Santa Cruz y con cambio de rodamientos gratis cada año

La Vala está repleta de detalles marca de la casa. Han puesto mucha atención en la durabilidad y la facilidad de mantenimiento. Se puede desmontar todo el hardware de los puntos de giro sin herramientas especiales. Los puntos de giro principales usan ejes de cabeza expansiva con cuñas de apriete para asegurar que no se aflojan en marcha. En general, los rodamientos que usan son más grandes que en la mayoría de marcas.

Lo más llamativo es ver cómo han creado, por primera vez, ese punto de giro Horst Link en las vainas. Todo el hardware de la zona es reemplazable y se usan dos rodamientos en cada lado. Recordad que Santa Cruz ofrece un cambio de rodamientos gratis al año, un gesto que más marcas deberían copiar y que al final es una garantía de que este elemento de desgaste va a estar siempre en forma.

Solo para ruedas mullet

En cuanto a las propias formas del cuadro, usan sus habituales tubos cuadrados visualmente pero con las esquinas redondeadas, otra seña de diseño de Santa Cruz. Las líneas generales del cuadro buscan tener un parecido visual con el resto de la gama de Santa Cruz.

La Santa Cruz Vala es una bicicleta exclusivamente pensada para usarse con ruedas mullet y acepta un neumático trasero de un máximo de 2,5” de ancho. El soporte de la pinza trasera es post mount y puedes montar discos de hasta 200 mm y tienes un soporte bajo el tubo superior para fijar herramientas y repuestos.

Cableado interno convencional

Tenemos cableado interno convencional, nada de por la dirección, y hace tiempo que la marca se pasó el juego de hacer los protectores del cuadro. El de la vaina ha evolucionado para ser silencioso y menos aparatoso que otros. El de detrás del pedalier cubre muy bien la zona y bajo el tubo diagonal tenemos otro más con la generosidad que esperas en esa zona.

Suspensión 4-bar en la Santa Cruz Vala

150 mm de recorrido y flipchip solo para ajustar la progresividad

Regresando a la suspensión y asumiendo el adiós del VPP lo que más han perdido respecto a se sistema de pivote virtual está relacionado con el anti-squat que es un factor que influye más en la eficiencia de pedaleo y aquí estamos ante una e-bike. Ya sabéis que el motor enmascara mucho las posibles deficiencias en efectividad que tenga la suspensión al pedalear. Dentro de lo malo de dejar el VPP, justo en una e-bike parece menos malo.

La Santa Cruz Vala tiene 150 mm de recorrido trasero y cuenta con dos flipchips con funciones muy diferentes. Uno es únicamente para ajustar la progresividad de la suspensión trasera, que puede quedar en un 26% o un 29%, y no influye en la geometría mientras que el otro sí está centrado en la geometría.

Geometría Santa Cruz Vala

Geometría idéntica a la Bronson

Aún hay más cosas en las que la Vala es pionera dentro de Santa Cruz. Por ejemplo, es la primera Santa Cruz que usa medida de vainas proporcionales según la talla. Una tendencia al alza. Con el flipchip de la geometría podemos jugar con el ángulo de dirección en 0,3º y con la altura del pedalier en 4 mm. Cambios pequeños respecto a otros flipchips de otras marcas.

Así queda la geometría de la Santa Cruz Vala que, ojo al dato, es idéntica a la de la Santa Cruz Bronson.

Gama Santa Cruz Vala

5 montajes en total

Hay un total de 5 montajes para la Santa Cruz Vala. Todos están por debajo de los 23 kg de peso. Todos los montajes vienen con los brutales frenos SRAM Maven y todos con los nuevos neumáticos radiales de Schwalbe.

Y estos los precios y pesos de la gama Santa Cruz Vala:

• Santa Cruz Vala R: 7.890€ y 22,45 kg
• Santa Cruz Vala S: 8.890€ y 22,24 kg
• Santa Cruz Vala GX AXS: 10.190€ y 22,37 kg
• Santa Cruz Vala X0 AXS RSV: 11.990€ y 21,53 kg
• Santa Cruz Vala XX AXS RSV: 13.490€ y 21.47 kg

En marcha con la Santa Cruz Vala

Posición de control total

Llega la hora de probarla y es un momento esperado viendo lo polémico de esta bicicleta antes tan siquiera de montarla. Ya hemos visto que los acabados y construcción del cuadro son dignas de Santa Cruz. ¿Lo son también sus cualidades sobre el terreno? La posición es la que esperas de este tipo de bicicleta. Ya os decimos que la geometría es la de una Bronson, algo impensable hace unos años en una e-bike full power.

Las diferencias más grandes con un VPP se dan en las subidas… donde el motor las eclipsa por completo

A la hora de bajar, que es donde Santa Cruz suele trabajar más el comportamiento de sus bicis, la Vala tiene poco que envidiar a sus hermanas con VPP. Trabaja muy bien en la zona intermedia del recorrido y se pueden exprimir sus 150 mm de recorrido trasero muy bien. El equilibrio entre sensibilidad inicial y capacidad total de absorción está muy logrado. Aún así, lo que más nos ha gustado de la Vala es lo ágil que es a pesar de ser una full power. En parte juega a su favor un peso que no es muy elevado gracias a la elección de la batería de 600 Wh, que también se posiciona más baja. También el uso del mullet en lugar de las 29” completas (aquí podéis ver una comparativa entre ambos conceptos). El feeling de la suspensión es firme y de hecho, con los ajustes iniciales básicos ya nos sentimos cómodos desde el primer momento. Bajando la diferencia con un VPP solo está en pequeños detalles que no todo el mundo apreciará. ¿Qué pasa subiendo? Aquí quizás sí haya algo más de diferencia entre la efectividad del VPP y el sistema de la Vala pero… el motor siempre tiene potencia para tapar esas diferencias con el extra de potencia que no tienen nuestras piernas en una bicicleta convencional. Aunque la primera parte del recorrido si es bastante efectiva con el pedaleo, a medida que nos adentramos en la parte media y alta del recorrido se abren las diferencias con un VPP pero, de nuevo, es algo poco relevante cuando tienes un motor que te empuja y te ayuda más que cualquier sistema de suspensión súper eficiente. La principal diferencia entre una Santa Cruz con VPP y la Vala queda totalmente difuminada en una e-bike.

Lo nuevo de Bosch es una gozada en cuanto a entrega de potencia de forma controlada

Del motor no hay nada que decir que no os hayamos dicho ya. El nuevo Bosch Performance Line CX Gen5 ha mejorado muchísimo a la hora de entregar su asistencia, lo que se percibe especialmente subiendo y ayuda, aún más, a esconder cualquier pequeña diferencia de funcionamiento de la suspensión respecto un VPP. Ahora el motor entiende mejor en qué situación estamos pedaleando y ajusta mejor la entrega de potencia a cada momento. Es una diferencia muy importante respecto a la anterior versión. Tanto que da la sensación de ser más potente, aunque sus números sean los mismos.

Por funcionamiento es una digna Santa Cruz, pero ahora deberá pelear con muchas otras e-MTB de carácter similar

¿Es una buena e-MTB? Desde luego. La Santa Cruz Vala no flaquea en ningún punto destacable y trae todo lo que esperas de un cuadro Santa Cruz. Es su e-MTB más comercial porque ofrece lo que más busca una importante parte de los usuarios de e-MTB: el motor Bosch. Si bien existen diferencias respecto a un VPP, pocos las van a percibir y las más importantes están en las subidas, terreno que no será la prioridad para la mayoría de usuarios objetivo de la Santa Cruz Vala. A nivel de uso cumple de sobra para lucir dignamente el logo de Santa Cruz aunque también sabemos que el dilema de llevar una Santa Cruz sin VPP seguirá ahí dado que, eliminando ese punto diferencial de la bicicleta, entra a competir directamente con una amplia variedad de modelos que también usan una configuración de la suspensión similar. Será el tiempo el que dirá si la Vala ha sido un acierto o si su nombre, recién nacido para ella, acaba en el olvido.