Test de la BMC Agonist, marcando la nueva tendencia de las bicis de bike-maraton

Muchos modelos doble de XC están pensados con los circuitos de Copa del Mundo en mente y lo que quieren los corredores más rápidos del planeta

La BMC Agonist es la respuesta a un tipo de usuario que no para de crecer. El biker del bike-maraton. Ya sea para competir en carreras por etapas, o en eventos de un día de larga distancia, o para realizar salidas y aventuras épicas donde pedalear durante horas, las nuevas bicicletas de doble suspensión están abriendo un mundo de posibilidades a los bikers que gustan de este tipo de esfuerzos. El “problema” en algunos de los nuevos modelos dobles de XC es que están pensados, principalmente, con la Copa del Mundo, el formato XCO y sus exigentes circuitos, en mente.

En BMC han podido separar las necesidades de un biker profesional de XCO de las de un practicante de bike-maraton con la convivencia entre la Fourstroke y la Agonist. Habrá que ver cuánto dura en el tiempo esta dualidad, que aunque con lógica en su planteamiento, no sabemos si será sostenible a nivel comercial.

Bike-maraton y miras abiertas

Más recorrido y geometría más relajada y controlable son las claves de la BMC Agonist. 110mm de recorrido trasero frente a los 100 de la Fourstroke. Ángulo de dirección 1º más relajado (69º) y una mayor altura de la caja de pedalier son las principales medidas incorporadas en la Agonist para hacerla más fácil de conducir y más cómoda. El peso también se ve afectado y es un poco más pesada que la Fourstroke (2,180 gramos para el cuadro con amortiguador frente a los 1.950 gramos de su hermana de XC).

Con ello se plantea una bicicleta con un rango de uso más amplio y un feeling en marcha más amigable, sin olvidar su vertiente competitiva.

Si nos fijamos en la bicicleta de perfil veremos que el tubo diagonal tiene un marcado slooping. Baja de forma evidente en su camino hacia el tubo de sillín. Eso nos da una enorme libertad de movimiento sobre ella y nos evita golpes con las rodillas en el tubo superior en situaciones comprometidas. Más que un recurso de diseño y estética, es una gran solución para mejorar nuestra movilidad.

Cuadro a la última en la BMC Agonist

Está claro que la BMC Agonist, como buena bicicleta recién salida del horno, incorpora lo mejor de la evolución en la forma en que la firma suiza construye sus cuadros. La zona de la bieleta inferior está especialmente trabajada. Se encuentra en parte oculta en el triángulo principal, y por la parte superior está cubirta por un protector que la disimula al máximo, creando una zona muy limpia visualmente. Además de ayudar a protegerla de los elementos externos.

Su diseño es así, en parte, para lograr un sistema de cableado totalmente interno. Gracias a ello, y a una serie de guías internas para los cables, podemos meter la funda o latiguillo de freno trasero por la zona de la pipa de dirección y sacarlo, cómodamente, por su salida correspondiente en el basculante. La forma de despedirse de los dolores de cabeza que generan algunos sistemas de cableado interno.

El cuadro de la BMC Agonist está preparado para montar desviador delantero. Si no lo usamos, la zona queda cubierta y sin salientes externos, tal y como se puede apreciar en la foto.

También podemos pasar el cable interno de una tija telescópica por el mismo canal, pero lo que no se puede hacer es combinar ambos. O desviador delantero o tija telescópica con cable interno.

Como no, el cuadro es Boost. Usa un eje pasante de tipo X-12. No falta la dirección cónica y el pedalier es de tipo PF92. Se usa una tija de sillín de 31,6mm. Llama la atención que el freno trasero, con anclaje post-mount, permite montar discos a partir de 140mm, para los que buscan limar peso en cualquier lado. La puntera de cambio es reemplazable y de tipo direct-mount.

El sistema de suspensión de la BMC Agonist, confiando en el APS

En BMC prefieren una suspensión más suave y activa usando un pivote virtual y obviando los sistema que necesitan de la flexión del carbono para funcionar

APS son las siglas de Advance Pivot System, el sistema que da vida a las doble suspensión de la compañía suiza. A pesar del buen peso que tiene el cuadro, y de la clara tendencia a simplificar los sistemas de suspensión en bicis de carácter XC (el recurso más típico es montar un monopivote articulado sin punto de giro trasero, empleando la flexión del carbono), en BMC ha apostado por tener más calidad en el funcionamiento de la suspensión trasera, a coste de esos gramos de más. Que todo sea dicho, han sabido recuperar en otros lugares para tener un cuadro con un peso final muy competitivo.

El APS es un sistema de pivote virtual, con las ventajas en las opciones de configuración que este tipo de sistemas tiene. De entrada, sorprende que han diseñado una suspensión con un leverage ratio muy pequeño para este tipo de modelos. El leverage ratio es la relación entre lo que se mueve la rueda trasera al comprimirse la suspensión y el hundimiento que genera en el amortiguador. El leverage ratio de la BMC Agonist medio (varia en función de la parte del recorrido que nos encontremos) se mueve entorno a 2,4, es decir, por cada 2,4 milímetros de movimiento de la rueda trasera el amortiguador se comprime 1 milímetro. Normalmente, en este tipo de modelos y usos, se suelen usar LR más elevados, lo que supone usar amortiguadores de carrera más corta (la rueda trasera se mueve más por cada milímetro de hundimiento del amortiguador, con lo que el amortiguador puede ser más corto para obtener el mismo recorrido).

El leverage ratio y el tipo de amortiguador escogido evidencian la búsqueda de una suspensión sensible, con mucho soporte en el tramo intermedio

¿A qué se debe esta decisión? Sin duda, a la búsqueda de un feeling de suspensión trasera más suave y aprovechable. Usando un amortiguador  más largo con un LR menor tenemos un bloqueo más firme, un amortiguador que trabaja a menor temperatura y bajo fuerzas menores, mejorando su durabilidad.

Para completar el conjunto tenemos un amortiguador Fox DPS EVOL, una gran elección para el uso que al que va dirigida. Gracias a la cámara EVOL, el inicio del recorrido cuenta con un funcionamiento más lineal. También es un añadido a la mejora de la sensibilidad inicial del sistema, normalmente un punto negro en las dobles de carácter XC y bike-maraton.
El amortiguador se monta en posición invertida, de forma que el sistema para el mando de bloqueo remoto queda cerca del tubo diagonal. El cable se introduce en el cuadro y todo ello queda con un look limpio e integrado.

Carbono, y algo de aluminio en la BMC Agonist

El cuadro de la BMC Agonist está realizado con el mejor carbono de la marca. El Premium Carbon, tal y como lo denominan, da vida al triángulo principal y al basculante, que es de una pieza (no hay flexión para la suspensión en él, se mueve gracias a las dos bieletas que lo unen al triángulo principal). Precisamente esas bieletas son de aluminio. Nada malo contra ellas, especialmente teniendo en cuanta el buen peso final conseguido. Pero no podemos dejar de pensar en la bieleta principal de carbono que el equipo oficial de BMC monta en sus Fourstroke de Copa del Mundo. Es espectacular, muy bien acabada y seguro que aporta más rigidez con menos peso. Soñaremos con ella para futuras revisiones de la BMC Agonist, como mínimo para su tope de gama.

Los acabados del cuadro son espectaculares. Ni una pega para ellos. Es algo que BMC siempre cuida mucho, y con la Agonist no han fallado.

Big Wheel Concept, la apuesta de BMC por las 29”

En BMC apuestan claramente por las 29”. Saben de sus beneficios, más aún en este tipo de bicicletas, y aplican una serie de conceptos a su diseño global para paliar los puntos débiles de las ruedas grandes.

De entrada buscan una caja de pedalier baja, que aporte estabilidad y ponga el peso de la bicicleta lo más cerca posible del suelo para facilitar los movimientos y ganar estabilidad. Las vainas son cortas, algo vital en una 29”, para tener viveza de reacciones y buena tracción. El reach es generoso, combinado una potencia corta (solo 70mm en la talla M), siguiendo una fórmula ya popular para proporcionar estabilidad y confianza a alta velocidad, junto con seguridad a la hora de manejar la dirección.

750 kilómetros con la BMC Agonist 01 One

La posibilidad de tener la bicicleta durante varios meses nos permitió probarla a fondo en multitud de terrenos y se convirtió en una de nuestras favoritas para las salidas cañeras de carácter XC

Tuvimos la enorme suerte de poder contar con una BMC Agonist, en concreto el modelo tope del gama, la BMC Agonist 01 One, durante varias semanas. Eso nos permitió llevar a cabo una prueba de larga duración rodando por nuestros recorridos habituales y pudiendo ponerla a prueba en multitud de circunstancias.

Nuestra conclusión final es que la BMC Agonist 01 One es más que una típica doble de cross country. Es una bicicleta divertida de conducir, segura y que ofrece una capacidad de absorción en la parte trasera por encima de lo esperado para una bicicleta de este tipo. Sí, el nivel de la suspensión trasera marcó nuestra experiencia con esta BMC. De entrada, su sistema APS nos sorprendió por su sensibilidad inicial. Claramente por encima de la media del segmento. Como explicamos hace unas semanas, hay una clara diferenciación entre sistemas de suspensión mono pivote articulados aprovechando la flexión del carbono (la mayoría de nuevos modelos que buscan un peso ligero) y los que apuestan por un sistema de pivote virtual, en alguna de sus múltiples configuraciones. BMC está en el segundo grupo, confiando en su APS para otorgar un funcionamiento de la suspensión muy suave en todo su recorrido, especialmente sorprendente en su primera parte, donde podemos sacarle mucho más jugo que a modelos de la competencia.

El precio a pagar es un cuadro algo más pesado que los más ligeros de la categoría, pero es algo que los suizos han salvado muy bien puesto que, aún con la bieleta adicional que requiere el sistema el cuadro se mueve en unos número de peso muy competitivos. Esos sólo 2.180 gramos en talla M suenan aún mejor tras probar como funciona.

La segunda parte del recorrido tiene un funcionamiento más esperado, con la típica progresividad en aumento para evitar topes indeseados (aunque dentro de ese comportamiento se percibe bastante lineal en el tramo final). En marcha, la capacidad para absorber pequeños impactos es sorprendente y la sensación de estar llevando una bicicleta de más recorrido que los modelos habituales de XC es clara. No obstante, en parte es cierto, puesto que la BMC Agonist rinde 110mm de suspensión, una cifra poco vista en modelos de XC y bike-maraton.

Parece que conduzcamos una doble de mucho más recorrido gracias al comportamiento de la suspensión trasera. Aún con ello, es muy buena pedaleando

Todo ello viene a confirmar el planteamiento y enfoque que la marca ha dado a la Agonist, posicionándola como una bicicleta de bike-maraton, y no tanto de XC. Definitivamente la BMC Agonist te permitirá pedalear más tiempo con más comodidad y llevarte más lejos. Para XC puro y duro probablemente no apreciemos las bondades de su suspensión trasera ni el aumento de recorrido respecto a otras bicicletas similares (muchas son de sólo 90mm de recorrido trasero).

Aún con ello eso no significa que la Agonist sea una bicicleta lenta. De entrada, el mando de bloqueo remoto DT-Swiss que monta para actuar sobre las dos suspensiones Fox es muy cómodo y fiable de usar. Una curiosa combinación para esquivar el mando remoto de Fox y que funciona a la perfección. Eso nos permite jugar constantemente con las tres posiciones del amortiguador, claramente perceptibles. Con el bloqueo total tenemos una máquina ideal para las pistas y asfalto. Tiene un bloque sólido que permite percibir otra de las virtudes de la BMC Agonist, la rigidez de su cuadro, especialmente en la zona de dirección y caja de pedalier.

La posición intermedia es nuestra preferida para pedalear en todo tipo de terrenos. En ella hay muy poco interacción entre pedalada y suspensión y contamos con capacidad de absorción de sobra para subidas bacheadas, llanos rotos, regueros… todo tipo de terrenos. La posición en la que más hemos rodado y que más rendimiento nos ha ofrecido. Un poco menos sensible en su tramo inicial que estando totalmente abierta, algo ideal también.

Y con las suspensiones abiertas podemos gozar de esa sensibilidad inicial tan poco común en dobles de carácter XC. Y sus 110mm que la podría llegar a posicionar como algo más que una bicicleta de XC. No, no se siente como una trail, pero desde luego es más cómoda y absorbente que la mayoría de dobles de XC: Rodar sentado en el sillín en tramos irregulares mientras la suspensión trabaja es toda una gozada.

Bajando agradecemos también otras características. De entrada una muy simple. El hecho de tener el tubo superior tan bajo facilita mucho los movimientos. Algo que puede pasar desapercibido pero que en marcha, especialmente en tramos delicados, es un plus.

En un modelo de poco peso, la distribución del mismo también se percibe y el tipo de configuración de la suspensión trasera de la BMC Agonist es muy buena porque centra el peso del sistema de suspensión en el medio de la bicicleta y en una posición muy baja. Es una configuración general que tienen otros modelos y que definitivamente ayuda a aumentar la estabilidad y la facilidad de movimientos.

¿Su mejor terreno? La Agonist gusta de la alta velocidad. Tanto por la capacidad de su suspensión trasera como por la posición que adoptamos (dentro de los parámetros del XC y bike-maraton) como por su ángulo de dirección. Sin olvidar su distancia entre ejes generosa dentro del segmento o sus vainas de 445 milímetros, por encima de la media. Se ha buscado hacer sentir seguridad al biker. La factura a pagar es un poco más de dificultad para afrontar tramos lentos, especialmente esos senderos estrechos a baja velocidad repletos de curvas en los que la velocidad es baja. Pero en general, y pensando en el público en general, es una decisión acertada teniendo en cuenta su enfoque de larga distancia y bike-maraton.

Equipamiento BMC Agonist 01 One

Al no haber versión de la Fox 32 SC en 110mm se recurre a la 32 con barras normales

Fuimos afortunados y nos tocó probar el modelo tope de gama de la Agonist. Un montaje muy sólido en el que sólo nos falló una cosa. La horquilla Fox 32 Factory funcionó a la perfección, pero no era el modelo StepCast, con el que hubiésemos rebajado el peso de la bicicleta sin perder rendimiento. ¿El motivo? La Agonist monta una Fox 32 de 110 milímetros de suspensión, a la par con la parte trasera, un recorrido que no existe en la versión StepCast. Una lástima que Fox no ofrezca esa posibilidad en la StepCast (¿quizás es apurar demasiado su construcción minimalista?), aunque en el fondo era la decisión acertada para que ambas suspensiones estuviesen equilibrados.

Por lo demás, el esperado buen rendimiento del SRAM XX1 Eagle completo, con plato de 34 dientes. Frenos SRAM Level Ultimate con discos de 160mm, una referencia en XC y componentes de la propia BMC, como manillar de carbono (de 720mm de ancho), potencia o tija de sillín (también de carbono).

Las ruedas son unas DT Swiss XR1501 Spline ONE. Tienen un funcionamiento muy bueno, con buen rodar, buenos acabados, buena resistencia y buen peso (para ser de aluminio). El único pero que vemos es que una bicicleta de cerca de 7.000€ hubiese merecido unas DT Swiss XRC 1200 Spline One, con las que se hubiese rebajado el peso en unos 100 gramos, en una zona importante como son las ruedas. Eso sí, el ancho interno de 25mm es ideal para cubiertas de bike-maraton y XC. Hablando de ellas, las Vittoria Barzo de 2,25” tuvieron un gran rendimiento. Ningún pinchazo durante todo el test, a pesar de un uso abusivo en zonas de piedras buscando su debilidad y los límites de la suspensión. Pudimos rodar a presiones de 1.4 bar (peso del ciclista de 68kg) sin sufrir en exceso deformaciones de la carcasa en apoyos. El dibujo es muy bueno para terreno húmedo y suelto, y algo menos en zonas secas y duras.

En resumen

La BMC Agonist 01 ONE se sale un poco del esquema habitual de una doble de XC. De hecho, la propia BMC la clasifica como una doble de bike-maraton. En ella tendrás una suspensión trasera más sensible y con más capacidad de absorción de lo que esperas de una bicicleta de este tipo. Una geometría que da confianza, una buena rigidez en todos los puntos clave, acabados de primera en la línea habitual de BMC y un equipamiento de serie del que poca cosa hace falta tocar para competir con ella a cualquier nivel. El mando DT-Swiss ha sido una grata sorpresa y la BMC Agonist se posiciona entre las dobles más puristas de XC y las trail más ligeras. Es todo un juguete con el que poder afrontar largas salidas con la garantía de un enorme plus de comodidad y disfrutar en terreno técnico y exigente. Si la puedes pagar y valoras la calidad de funcionamiento de la suspensión trasera y el extra de recorrido, la BMC Agonist es una opción que no defrauda.

Geometría BMC Agonist