No es que estemos en una era de cambios, sino que estamos en pleno cambio de era en lo que a ferias y grandes eventos del sector respecta
Como hemos ido repasando en varios artículos (desde nuestra visión de la nueva Sea Otter Europe, pasando por la situación de Unibike o el éxito mayúsculo de Roc d´Azur), el panorama de las ferias y los grandes eventos de mountain bike está cambiando mucho en la actualidad. Tanto que podríamos decir que no es que estemos en una era de cambios, sino que estamos en pleno cambio de era en lo que a la forma de funcionar de esto grandes eventos se refiere. Está claro que en este tipo de acontecimientos hay dos sectores a tratar, el público final y el profesional del sector.
De cara al público final la posibilidad de probar bicicletas y poder ver y tocar novedades es clave, y si aprovechando la visita pueden realizar alguna prueba, marcha o competición mejor que mejor.
Para los profesionales, especialmente tiendas, es aún más complicado lograr su foco de atención. La necesidad de desplazarse y perder tiempo laboral, el hecho de conocer las novedades a través de internet con mayor inmediatez, la apuesta de muchas marcas por crear eventos propios para ellos en los que no puedan «distraerse» con marcas de la competencia… muchos factores que hacen complicado que una feria esa capaz de vivir sólo del sector profesional. Incluso en esas circunstancias, las ventajas de un eventos activo para un comercio (poder combinarlo con una escapa lúdica) parecen dar más futuro también a ese tipo de enfoque.
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