En marcha con los pedales Shimano XTR PD-M9100
El feeling de un pedal automático Shimano es inconfundible, nítido y claro como pocos
El feeling de un pedal automático SPD de Shimano no hace falta describirlo. Su nitidez al calar y descalar ha marcado la pauta que buscan otros modelos de la competencia. Un click claro y preciso tanto al poner el pie como al quitarlo. Obviamente cuentan con el ajuste independiente de la dureza de cada lado del pedal, como siempre han tenido.
Con barro, sin ser los mejores en este apartado comparado con otros sistemas, han ido mejorando año tras año y actualmente tienen un rendimiento en esas condiciones que no deja lagunas, sabiendo las limitaciones en caso de grandes cantidades de barro en la suela de la zapatilla, algo que es más problema del barro que sea capaz de evacuar la zapatilla que no del propio pedal.
El único pero que les hemos encontrado ha sido precisamente cuando no los usamos. El nuevo diseño hace que su parte externa sobresalga y en algunas zonas con un ángulo muy cerrado. ¿Cual es el problema? Caminando con la bicicleta al lado, al rozarnos con ellos, son más propensos a producir arañazos.
Obviamente, los pedales se integran a la perfección con las suelas de las zapatillas de la propia Shimano.
La durabilidad de los pedales Shimano es legendaria, y su mantenimiento sencillo. Resisten los golpes como pocos, siendo de los más robustos dentro de la oferta de pedales de XC. Su precio es de 129,99€