La francesa repasa lo que va de temporada de ciclocross, a la que llegó tras ganar 4 mundiales seguidos
Tras ganar 4 campeonatos del mundo en apenas unas semanas (XCO, Short Track, bike-maraton y gravel), Pauline Ferrand-Prevot parecía invencible y, lejos de parar y pesar en la siguiente temporada de MTB se aventuró en el ciclocross. De entrada buscó brillar en el Campeonato de Europa de la modalidad, en una fecha no muy lejana a su triunfo en el mundial de gravel. Pero no pudo jugar un papel relevante en la lucha por el título. Por medio se anunció su fichaje por Ineos-Grenadiers y un cambio completo de material. Ahora sigue su camino hacia el Mundial, pero está siendo un camino más duro de lo que se podía imaginar.
Recién disputada la Copa del Mundo de ciclocross en Dublín, donde ha sido 7ª, la francesa ha explicado cómo se siente tras estas primeras carreras sobre el barro.
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«Empecé a sentir el dolor de vuelta, como en los viejos tiempos malos, en mi arteria»
«Siempre aprendemos, incluso después de una (extremadamente) buena temporada. Es justo decir que estoy aprendiendo mucho en este momento (¿quizás también sea por eso que las victorias se sienten cada vez mejor?)» empieza explicando Pauline Ferrand-Prevot en referencia a su momento actual.
«Empecé a sentir el dolor de vuelta, como en los viejos tiempos malos, en mi arteria. Después del chequeo médico, nada está dañado, pero fue bueno saber que tenemos pocas cosas en las que trabajar y hacerlo mejor.» Recordemos que Pauline Ferrand-Prevot tuvo que pasar dos veces por quirófano a causa de una una endofibrosis de la arteria ilíaca. Tuvo que ser operada en 2018 y, de nuevo, en 2020. Esas molestias habían hecho saltar las alarmas sobre una posible repetición de su problema físico.