No se ha podido forzar la arritmia para detectar cómo intervenir
Como os anunciamos hace unos días, Ondrej Cink tenía previsto pasar por el quirófano en este inicio de 2020. Y así ha sido. El biker checo se ha sometido a la operación tal como estaba planificado, pero el resultado no ha sido el esperado. La operación en concreto era una ablación por radiofrecuencia, en la que se destruye el tejido cardíaco que causa las arritmias. Pero para poder hacer primero se deben forzar esas arritmias en el paciente para descubrir sobre qué tejido actuar y ahí es donde la operación «ha fallado». No se han podido reproducir las arritmias, una situación que es especialmente posible en deportistas de élite con corazones habitualmente más grandes y mejor entrenados. Con ello se hace imposible identificar con certeza el tejido sobre el que actuar y no se puede completar la operación.
Continúa tras los patrocinadores