La diferencia de peso entre un neumático de 2,2″ y uno de 2,4″ (con mismo tipo de carcasa) es pequeña
¿Y qué hay en contra? De entrada todos pensaréis en el peso. Suelen ser diferencias pequeñas en ese sentido. Por ejemplo, los Pirelli Scorpion XC RC de 2,4 pesan solo unos 30 gramos más que los de 2,2”. Es cierto que es un peso adicional en el peor punto posible, justo en la parte exterior de la rueda, pero no es algo que debería alarmarnos.
Y el otro punto que frena mucho su adopción. El pensamiento de que lastran mucho más los neumáticos de 2,4” que los de 2,2”. Algo que, aunque es cierto, supone una diferencia pequeñísima en relación a sus ventajas. Además, aquí entra en juego otra ventaja de los neumáticos más anchos. Gracias a que aportan más agarre podemos usar neumáticos con un taqueado más rodador. Cuando hablamos de pérdida de eficacia rodando lo que más afecta en un neumático son los tacos y no su balón. Es decir, cuanto más altos y separados son los tacos más energía perdemos rodando con ellos. A igualdad de tracción y agarre podemos escoger un taqueado más rodador en un neumático de 2,4” que en uno de 2,2”. Y aquí tenéis un claro ejemplo en la elección de neumáticos del Scott-SRAM. Sus gomas de 2,4” son las más rodadoras de Maxxis. Las dos que usan más son las Aspen en 2,4”, que solo tienen ellos y no están en el mercado, y un dibujo nuevo, diseñado también por ellos, que ni siquiera existe en su catálogo de MTB. Y que es un semi slick sin apenas tacos.