Uno de los mayores espectáculos del ciclismo de carretera, y una de esas pocas veces que se salen de sus configuraciones de bicis convencionales
La París Roubaix, además de ofrecer uno de los mejores espectáculos que el ciclismo de carretera puede producir, es una carrera poco habitual en cuanto a lo que requerimientos del material se refiere. En pocas pruebas como en esta los equipos buscan configuraciones resistentes, cómodas y fiables para afrontar los tramos de adoquín que condicionan por completo el desarrollo de la carrera. Este año, la prueba se ha disputado en seco, lo que la hace algo más «simple», dentro de su complejidad, a la hora de escoger el material. Estos son algunos puntos destacados de la elección de material en la pasada París Roubaix.
Continúa tras los patrocinadores
Sistema para controlar la presión de las ruedas en marcha… mucho ruido y…
Demasiado «estrés» para los corredores. Aunque dicen que lo usarán en la etapa de pavé del Tour de Francia
… pocas nueces. El equipo DSM abrió la puerta a usar esta tecnología en sus bicicletas a través del sistema Scope Atmoz, que os presentamos con detalle. En una prueba donde la presión de las ruedas es crucial parece un añadido que puede producir cambios importantes en la comodidad en marcha en los tramos de pavé y en la eficiencia en los tramos de asfalto.
Aunque el equipo lo probó finalmente no lo usaron en carrera. Y eso que la UCI se involucró para certificar que era un añadido legal, dentro de unas normas. ¿El motivo? Resumiéndolo… demasiado estrés y demasiadas cosas a controlar para los corredores en plena carrera. Los propios ciclistas lo vieron demasiado complejo y, probablemente, lo habían probado demasiado poco como para sacarle partido en marcha y en plena competición. Eso sí, el conjunto ha asegurado que lo probará en el Tour de Francia, un entorno más «relajado». Este año el Tour de Francia cuenta con tramos de pavé en su recorrido.