Usa manillar de carretera con potencia de 120 mm
Pasamos los componentes más personales. Empezando por el conjunto de potencia y manillar de carbono integrados. Como no, de la propia Canyon, que cada vez tiene una gama de manillares integrados más amplia. Usa el modelo Aerocockpit CF CP10 de carretera. Ya os hemos comentado alguna vez que Canyon no parece dispuesta a romperse la cabeza poniendo nombre a sus manillares. El que escoge tiene una potencia de 120 mm de largo, un rasgo muy old school, o racing, según prefieras llamarlo, a día de hoy. Y es bastante estrecho, con solo 39 cm de ancho. Algo aún más poco habitual en gravel. Obviamente, siendo un manillar de carretera no tiene las puntas abiertas, así que la estética y la posición de los brazos es 100% de carretera. Entre el cuadro y el manillar hay un único separador.
Cierre integrado
Plato de 48 dientes con cassette 10-44
Tiene soporte de GPS integrado donde lleva su Garmin personalizado. El mismo con el que va subiendo esas actividades a Strava donde hay pocas que no estén repletas de KOMs. La cinta del manillar también parece convencional y está grabada con el logo de Canyon.
Pasando a la transmisión opta por un mono plato con plato de 48 dientes, el más grande que cabe en el cuadro. De hecho, pasa justo justo. Es un plato con potenciómetro de Quarq integrado y biela SRAM Red de 172,5 mm. El cassette es un SRAM XPLR de 10-44. Desde luego, una transmisión solo apta para corredores de gravel con mucha confianza en sus fuerzas. El cambio es un SRAM Red XPLR, específico de gravel.
Cassette 10-44
Pedales Look X-Track EN-Rage de trail
Y uno de los componentes más llamativos. Los pedales Look X-Track EN-Rage que, en principio, son para modalidades gravity como el trail o el enduro. ¿Por qué lo escoge para gravel? Simple. Así puede tener la rapidez del sistema de enganche de la cala de MTB y un calzado de MTB que le puede permitir andar en caso de necesitarlo y, a la vez, la plataforma extra del pedal añade más puntos de apoyo sobre los que apoyar la zapatilla, dando la sensación de una mayor superficie de contacto al aplicar fuerza sobre los pedales, un poco imitando la sensación de un pedal de carretera. Salvando las distancias.
Canyon Grizl de Alejandro Valverde
Llantas de 25 mm de ancho interno y discos de 160 mm
Y si nos vamos a las ruedas encontramos las Zipp 303 Firecrest de 25 mm de ancho interno y un perfil de 40 mm. Usa discos de freno de 160 mm de la propia SRAM, con el modelo CLX-R de sólo 1,5 mm de grosor. Donde aún está en plena experimentación es con los neumáticos, como él mismo nos explica.
Y acabamos el repaso a su bicicleta con la tija de sillín Canyon que tiene un marcado retroceso y que, curiosamente, lleva adelantada al máximo con el sillín también adelantado al máximo. Probablemente una tija recta encajaría mejor con esa configuración. El sillín es un Fizik Antares con raíles de carbono.
Ya veis, esta es la Canyon Grizl de Alejandro Valverde, con detalles que recuerdan a su configuración tradicional de la bicicleta de carretera. En cualquier caso, ha demostrado que le vale, de sobra, para ganar carreras de las UCI Gravel World Series. Esperamos que se enganche más a la modalidad y verle probar sus fuerzas en el próximo mundial de gravel.