Las 32″ podrían ofrecer sus ventajas reales en el gravel, no en el MTB
El debate sobre las ruedas de 32 pulgadas ha vuelto a encenderse tras la aparición de varios prototipos en el mundo del MTB. Aunque de momento son solo pruebas experimentales, la idea de un tamaño superior al 29″ no deja de despertar curiosidad. Sin embargo, puede que el terreno donde realmente tengan futuro no sea el MTB, sino el gravel.
Continúa tras los patrocinadores
Prototipos de MTB que buscan más inercia y estabilidad
En MTB los cambios de ritmo y el peso penalizan más que la rodadura pura
En los últimos meses hemos visto marcas y desarrolladores probar ruedas de 32” en prototipos de MTB rígidas o de dobles de carácter XC, con el objetivo de mejorar la estabilidad, la tracción y la capacidad para superar obstáculos. En teoría, el mayor diámetro proporciona un mejor ángulo de ataque y una rodadura más eficiente. Son los mismos argumentos con los que las ruedas de 29″ aplastaron a las 26″ hace unos años.
El problema llega cuando esa ganancia se cruza con los límites físicos y prácticos de una bicicleta de montaña moderna: el peso adicional, la necesidad de cuadros y horquillas específicos, y sobre todo, una aceleración más lenta que penaliza en recorridos donde los cambios de ritmo son constantes.






