Aunque la carretera es una modalidad muy tradicional en cuanto a avances tecnológicos, los números hablan por si solos
Desde hace unos años el ciclismo de carretera ha empezado a analizar con rigor las ventajas de los diferentes sistemas y combinaciones de neumáticos. El ciclismo de carretera de máxima competición ha sido, tradicionalmente, un deporte muy conservador en lo que a avances tecnológicos se refiere. La llegada del tubeless se está produciendo poco a poco. La introducción de los frenos de disco causó multitud de polémicas. La confianza en neumáticos más anchos y presiones más bajas también sigue teniendo dificultades para adentrarse en el pelotón profesional. A pesar de que los datos de los tests hablan por si solos. Pero, de la misma forma que la nueva y joven generación de ciclistas está revolucionando las carreras, esta misma joven generación de ciclistas también está más abierta a los cambios tecnológicos y a experimentar con nuevo material. Eso cuando la UCI no entra a poner puertas al campo.
Continúa tras los patrocinadores
Un test llevado a cabo por Zipp con Movistar
En el marco de la París-Roubaix, una de las carreras en las que más partido se puede sacar a los avances tecnológicos, Zipp ha realizado un estudio sobre la eficiencia de los tubulares y el tubeless en uno de los tramos más famosos de la competición. El del Forest of Arenberg.
El experimento fue simple. En colaboración con Continental, cogieron a dos corredores profesionales (en este caso del equipo Movistar, equipados oficialmente por Zipp) y llevaron a cabo una serie de tests con diferentes configuraciones de presiones y con ruedas montadas con neumáticos tubeless (neumáticos sin cámara) y tubulares (neumáticos «pegados» a la llanta).