Mientras algunos aún desconfían del producto nacional, empresas extranjeras acuden a Galfer para crear pastillas totalmente adaptadas a sus necesidades
En ocasiones cuesta confiar en los productos de casa. En nuestro país siempre se ha arrastrado la creencia que lo que viene de fuera es mejor, especialmente cuando se trataba de productos con un cierto nivel de desarrollo tecnológico. Por suerte es algo que, poco a poco, va cambiando. El trabajo de fábricas como Galfer es una muestra que en nuestro territorio se crean productos que son referencia a nivel mundial. Si alguna vez has dudado en usar sus pastillas de freno de MTB por su origen nacional, es probable que las hayas empleado sin saberlo en frenos de alta gama. Mientras algunos aún consideran que lo de casa es peor, muchas marcas extranjeras vienen a buscar la experiencia y la calidad de fábricas como Galfer, toda una referencia en el mundo de la fabricación de materiales de fricción y componentes de sistemas de frenado.
Continúa tras los patrocinadores