Las condiciones de terreno fácilmente inundable y lluvias intensas crearon un circuito de los que ya no se ven en ciclocross
No cabe duda que el recorrido de la pasada Copa del Mundo de ciclocross en Dendermonde no dejó indiferente a nadie. Se sumaron una serie de condiciones para que el trazado acabase siendo extremo a todos los niveles. Y eso que apenas tenía desnivel. Pero la combinación de una zona de prado de hierba fácilmente inundable con un terreno blando creó un barrizal de los que hacía tiempo que no se veían en el ciclocross. A partir de ahí sucedió lo esperable. Partidarios y detractores de este tipo de recorridos que muchos consideran el auténtico ciclocross. Y otros el ciclocross «old school» que ya ha quedado atrás y no debe volver. En cualquier caso las palabras de Mathieu van der Poel tras la carrera acabaron de encender el debate.
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«Sabía de antemano que este circuito era ideal para Wout van Aert (…) pero creo que este recorrido era un poco indigno para la Copa del Mundo.»
En sus declaraciones tras quedar segundo a casi 3 minutos de un intratable Wout van Aert en la pasada Copa del Mundo de Dendermonde, Mathieu van der Poel fue breve pero conciso. «Sabía de antemano que este circuito era ideal para Wout van Aert. Está claro que no siempre puedes tener las mejores condiciones, pero creo que este recorrido era un poco indigno para la Copa del Mundo.» Eso sí, no resta ni un ápice de mérito a la victoria de Wout van Aert. «Eso no quita que el rendimiento de Wout haya sido increíble, ha sido extremadamente fuerte. Ya pienso en la siguiente.»
Sobre su carrera, vio la situación clara. «Vi claro que no podría seguirle y me centré en la segunda posición. Era claro que tampoco le podía seguir en los tramos de correr, pero eso al final tampoco fue lo que marcó la diferencia.»
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