Hace unos días se cerraba la 3ª edición de la gran feria de la bicicleta en España, Unibike.
Un evento creado de la fusión de Festibike (que contaba con una larga trayectoria de 13 ediciones y unía exposición y eventos relevantes) y Expobike, la feria que nacía con el único objetivo de crear una gran exposición con el fuerte apoyo que supone el marco de Ifema y el entorno «político» que lo envuelve. La supervivencia de ambos eventos en la misma comunidad, en fechas cercanas y con el mismo público objetivo era algo imposible.
Se optó por la fusión para dar vida a Unibike. Por el camino se perdió el concepto inicial de Festibike, que eran los eventos y la proximidad con la montaña y el entorno natural del MTB, algo que ya había empezado a difuminarse en sus últimas ediciones.
A la hora de hacer una feria no puede haber mejor escenario que Ifema, las enormes instalaciones para albergar ferias de todo tipo. Pero una feria de MTB, y el ciclismo en general, poco comparte con una de artículos dentales, de comercio relacionado con las bodas o el mundo de la óptica, por citar sólo alguno de los eventos que se celebran.
En Unibike intervienen 4 grandes actores que dan vida a la feria: visitantes, tiendas, marcas y distribuidores y, por último, la propia Ifema.
Unibike para los visitantes
La mudanza a estas instalaciones tenía un doble objetivo. Captar más visitantes por su proximidad y buena comunicación con la capital del país y ofrecer un entorno mucho más profesional y preparado para las marcas y distribuidores que querían exponer sus productos.
De entrada, Unibike no es gratuito y los visitantes deben abonar su entrada si quieren acceder al recinto. Por otro lado es fácil comprobar que el perfil mayoritario de visitantes de la feria no es el de una persona interesada en comprar una bicicleta en un plazo inmediato y normalmente se acerca más al perfil de visitante curioso que no al del potencial cliente final.
Para los que acuden con interés por ver novedades tienen la oportunidad de ver y tocar los productos en directo, algo desde luego importante y que no podrán hacer en otro sitio (o como mínimo no con tanto material al alcance), pero en muy pocos casos descubrirán productos que no hayan sido presentados ya. A estas alturas de año todas las marcas tienen su catálogo 2017 presentado, y en muchos casos ya funcionando en las tiendas.
Además se trata de un público totalmente local de la zona. Un evento con competiciones de nivel o atractivas puede atraer a gente de otras comunidades, que combinan la participación en los eventos con visita a la feria, pero la feria por si sola tiene poco poder de atracción. Por no hablar de la más que escasa promoción de la misma, muy floja más allá de la tradicional presencia en revistas impresas del sector cuyo alcance es el que es.
En cuanto a los datos de afluencia real, sólo la propia feria los conoce, pero únicamente en momentos puntuales dio la sensación de «lleno».
Se intentó hacer circuitos de prueba, pero obviamente la ubicación no da para mucho y en cuanto a MTB la poca tierra que los usuarios iban a tocar era en un parque cercano con pocas opciones de realizar un test real del material. En ese sentido los eventos tipo festival en localizaciones más próximas al entorno natural del MTB son mucho más atractivas para el público.
Continúa tras los patrocinadores