Una prueba que puede presumir de haber celebrado 28 ediciones dice mucho de ella. Si esta prueba es, además, por etapas, estamos hablando sin duda de una cita pionera en su género y exitosa para sobrevivir al paso del tiempo.
En los últimos años la Transmaurienne Vanoise ha pisado el acelerador. Lo ha hecho potenciando su organización, aumentando su repercusión y, este año, incluyéndose en el calendario de pruebas UCI internacionales, con categoría S2. La cita volvió el año pasado al terreno que la vio nacer. Sus rasgos de identidad son claros. Mountain bike auténtico en un paraíso. Recorridos con tramos técnicos, duras ascensiones alpinas y un entorno privilegiado para la práctica del MTB.
Con las majestuosas montañas de los Alpes como campo de juego, la carrera volverá a repetir su formato de crono más 4 etapas en línea. En general con recorridos no excesivamente largos en la distancia, pero si exigentes a nivel físico por el desnivel acumulado y, sobre todo, por el tipo de terreno que transita.
Dos recorridos para dar cabida a todos
La Transmaurienne Vanoise se presenta con dos opciones de recorrido. El denominado 9000 es el rey. Con 216km y 9.600 metros de desnivel positivo es el trazado para la prueba UCI.
Hay un segundo trazado más accesible, el 6000, con 167km y 6.500 metros de ascensión.
Pero no son los únicos formatos. Se ha creado el 6000 sportive, con 153km y 6.500 metros, que se disputa sobre 4 etapas. Y un último formato para familias, en el que cada día se hacen unos 20km del trazado general. Por si fuese poco se suman pruebas para niños de 6 a 14 años y las zonas de salida y llegada cuentan con animación y multitud de actividades complementarias.
Este año los dos centros de la prueba serán Bessans y Aussois. Poblaciones desde donde partirán y llegarán las diferentes etapas.
El año pasado hubo, en total, 650 participantes, con un 19% de bikers extranjeros. La prueba se la llevó el frances Remi Lafont, que se impuso al español Ismael Ventura arrebantándole el maillot de líder en la última etapa. Este año, con puntos UCI en juego, la prueba se presenta con un nivel aún más elevado, y con el holandés Hans Becking, acabado de proclamar campeón nacional de Holanda, como principal favorito a la victoria final.
