Test MMR Zen, aluminio que parece carbono desde 1.250€

La gama MMR Zen arranca desde los 1.250€

Nos lo habéis pedido en muchas ocasiones y aquí lo tenéis, un test de una bicicleta de precio competitivo, con un coste terrenal. La gama MMR Zen empieza desde los 1.250€ y este modelo en concreto, la MMR Zen 10, tiene un precio de 1.699€.

Se trata de una franja de precio clave para muchas marcas, puesto que es ahí donde radica la base del deporte y donde se puede llegar a más usuarios. La MMR Zen se ha actualizado por completo para este año y gracias a ello ha incorporado todas las tecnologías que pueden hacer competitivo y atractivo a un cuadro de aluminio.

Aluminio 6061 y tubería hidroformada de triple conificado

Lo más llamativo del cuadro de la MMR Zen es que no parece de aluminio. Al sacarla de la caja tuvimos que fijarnos bien en la parte trasera para buscar soldaduras típicas que delatasen que estamos ante un cuadro de metal. Usa aluminio 6061 y sus tuberías son hidroformadas. Para los que no lo sepan, el hidroformado de tubos consiste en emplear líquido a una altísima presión para dar forma a los tubos. Es una técnica que permite controlar mejor las líneas de los tubos y crear tubos más uniformes con formas más complejas. En el caso de la MMR Zen se usan tubos de triple conificado, lo que quiere decir que hay hasta 3 grosores diferentes en un mismo tubo. Normalmente los tubos son de mayor grosor a medida que se acercan a la zona de soldadura y más finos en los puntos más alejados de ellas. Es un diseño habitual para lograr rebajar peso innecesario.

Las soldaduras pulidas en la dirección y el tubo de sillín dan un look estilo carbono

Pero la magia del cuadro MMR Zen está en sus soldaduras de la zona de la dirección y el tubo de sillín. Son las dos zonas más expuestas visualmente y en ellas han realizado un excepcional trabajo de pulido que hace desaparecer de la vista completamente los habituales hilos de soldadura. En la práctica el acabado estético es idéntico a lo que puede ser un cuadro de carbono, con líneas suaves y lisas en todas las uniones de tubos de esas dos áreas.

Nos tenemos que ir a la zona del pedalier y las punteras para ver soldaduras clásicas que identifiquen visualmente que este cuadro es de aluminio. ¿Por qué no se han pulido también estas soldaduras al mismo nivel? Pues porque ese proceso es costoso a nivel de mano de obra y para mantener el precio final ajustado, que es una prioridad en la MMR Zen, han empleado solo el pulido de soldaduras en los puntos que más influyen visualmente.

Cableado interno en el triángulo delantero y externo (discreto) en el trasero

El cuadro cuenta con cableado interno que entra por el lateral del cuadro y recorre todo el tubo diagonal para salir por la parte baja del tubo e ir de forma externa hasta el cambio y la pinza de freno. En este tramo externo van por debajo de las vainas, así que visualmente apenas son visibles. Obviamente el cuadro está preparado para instalar tija telescópica con guiado de cable interno, en este caso con un diámetro de 30,9 mm. El cuadro de la MMR Zen está diseñado únicamente para transmisiones mono plato.

Nos encontramos que monta una dirección de 1,5” tanto arriba como abajo. ¿Por qué? Pues porque esto deja el cuadro también listo para tener, en un futuro, entrada de cables por la propia dirección, algo que parece reservado solo a la gama alta pero que es probable que se vaya extendiendo a más franjas de precio.

Cuadro Boost, pedalier PressFit y paso de rueda de hasta 2,3″

Por supuesto es un cuadro Boost, el soporte de la pinza trasera es post mount y el eje de pedalier es Press Fit. Como no, tiene anclaje para dos portabidones y no busquéis soportes para alforjas o similares, la MMR Zen pretende ser una rígida de carácter deportivo.

De las formas de su cuadro llama la atención la salida de los tirantes del tubo de sillín. Son finos y sin ningún tubo de unión entre ellos. Eso es en parte para lograr un paso de rueda trasero más amplio, admitiendo neumáticos de hasta 2,3”. Donde sí hay un pequeño tubo de unión es a la salida de las vainas, de cara a reforzar la rigidez en este punto crítico.

Tanto los tirantes como las vainas son asimétricos puesto que en el lado de la pinza de freno describen una trayectoria más abierta para hacer hueco a la propia pinza de freno.

Dos opciones de color, una discreta y sobria y otra más atrevida

Puestos a rizar el rizo el único pero que le podemos poner al cuadro de la MMR Zen es que no se haya sumado al uso de la patilla de cambio SRAM UDH. No para que acabe siendo compatible con el futuro cambio SRAM que irá anclado directamente al cuadro, y que probablemente solo esté disponible en la gama alta, sino por usar un modelo de patilla de cambio tan extendido y del que hoy en día es tan fácil encontrar repuesto.

Si tenemos que hablar de los acabados de pintura os lo resumimos de una forma, están muy por encima de lo que su precio puede indicar. Hasta el punto de ser uno de los aspectos fuertes de la MMR Zen. En cuanto a colores, la MMR Zen está disponible en esta sobria combinación de negro y gris o en una combinación mucho más llamativa de azul y negro.

SRAM GX Eagle con su cassette de 10-52, un punto positivo en esta franja de precio

SRAM se encarga de todo el grupo con su SRAM GX Eagle e incluye el cassette de 10-52, una ventaja frente a otros modelos de precio similar que montan cassettes con piñón pequeño de 11. Y no busquéis componentes del SRAM NX para rebajar precio, todo es del GX Eagle de 12 velocidades.

Ritchey se encarga de todos los componentes, toda una garantía de calidad. Y el sillín es un Selle Italia Model X, otro producto de calidad en este precio.

En nuestro montaje las ruedas eran unas Mavic Crossmax con llanta interna de 25 mm y neumáticos Hutchinson Cobra de 2,10”. De toda esa elección de componentes solo hubiésemos cambiado el poner unos neumáticos con balón algo más generosos.

En marcha con la MMR Zen

Su presencia la aleja de la apariencia de bici barata, con una estética cuidada y componentes de marcas reconocidas

Llega la hora de rodar con ella y poder probar la MMR Zen ha sido una agradable sorpresa. Nos ha servido para recordar que no hace falta desembolsar cifras astronómicas para disfrutar de una MTB fiable y segura y con una lista de tecnologías impensables en una bici de este precio hace unos años.

De entrada vale la pena recalcar que la MMR Zen tiene una estética muy cuidada y que es digna de bicis más caras. Los acabados del cuadro con la zona de soldaduras pulidas son muy buenos y el usar marcas de sobra conocidas en todos los componentes, como Ritchey, SRAM y Mavic la alejan de la percepción de bicicleta barata.

En marcha las sensaciones son algo peculiares. Por un lado la dirección mantiene esa sensación de ligereza y agilidad que siempre han transmitido las rígidas. La rigidez del cuadro es muy buena tratándose de un cuadro de aluminio y solo el peso global de la bicicleta le hace perder algo de agilidad en las subidas.

Solo echamos en falta neumáticos con algo más de anchura

Bajando encontramos un mix de sensaciones, con una parte trasera que es bastante estable y predecible y una parte delantera más nerviosa. Aquí es donde más echamos de menos unos neumáticos un poco más anchos que podrían aportar algo más de seguridad y comodidad. Pero es algo fácil de solventar y recordaros que el cuadro admite hasta 2,3” de ancho.

Tenemos a nuestra disposición una transmisión de 12 velocidades con el mayor rango ofrecido por SRAM. El GX Eagle no es el grupo que más suave cambia de la marca pero está muy por encima del NX Eagle que encontramos en muchas bicis de este precio, así que un punto positivo importante para MMR Zen.

La horquilla, con ajuste de rebote y un bloqueo suave y efectivo desde el manillar, tiene un funcionamiento más que correcto para su precio. Solo echamos en falta algo más de soporte en la segunda parte del recorrido.

Por precio, equipamiento y acabados la familia MMR Zen es una bici competitiva en el segmento de precio más disputado y ajustado

La MMR Zen 10 demuestra todo lo que se puede llegar a hacer con un cuadro de aluminio, especialmente en lo que a estética se refiere. MMR ha vuelto a hacer gala de sus pilares como marca en esta bicicleta. Muy buena relación precio-equipamiento y carácter deportivo. Dos valores que ya vimos aplicados en la MMR Kenta y que ahora también vemos plasmados en su gama de rígidas de aluminio. Por precio, equipamiento y acabados la familia MMR Zen está en el grupo de cabeza de una de las categorías de bicicleta más competidas en el mercado. Realmente, sacada de la caja, la MMR Zen y una vez tubelizadas las ruedas, lo tiene todo para ser una bicicleta con la que disfrutar de rutas de MTB hasta un nivel de exigencia más alto de lo que su precio puede indicar.

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