Continúa tras los patrocinadores
El sprint se decidió por centímetros después que Cooper remontase a Schurter en la recta de meta. Pero le faltó el punch final
Nove Mesto siempre ha sido una de las sedes de Copa del Mundo de XCO que ha ofrecido carreras más emocionantes y ajustadas. Pero en 2018 se llevó la palma. Fue una carrera que partía con un Sam Gaze dispuesto a ganar pero frenado por un pinchazo. Pronto se estableció el duelo Mathieu van der Poel – Nino Schurter, pero el neerlandés se fue al suelo siguiendo al suizo y se dañó la muñeca de la que había sido operado unas semanas antes. Van der Poel llegaba a Nove Mesto tras arrasar en La Rioja Bike Race de aquel año. Otros posibles rivales como Tempier y Mathias Fluckiger quedaban eliminados de la lucha por la victoria a causa de problemas mecánicos.
Finalmente iba a ser Anton Cooper el que diese emoción a la carrera. Maxime Marotte también fue capaz de seguir la estela del suizo prácticamente hasta la recta de meta, pero acabaría descolgado en los metros finales. Unos metros finales en los que viviríamos el sprint más intenso de la historia de la Copa del Mundo.
Schurter lanzaba el sprint desde muy lejos. Tanto que Cooper parecía remontarle a falta de 100 metros para el final. Pero el biker de Scott-SRAM acabaría ganando en el último suspiro por un puñado de centímetros.