La Copa del Mundo de Albstadt ha tenido una de las resoluciones más ajustadas de la historia del MTB. Como era de esperar, se cumplió el duelo anunciado entre Nino Schurter y Julien Absalon. Un mano a mano que demuestra que, a día de hoy, ambos están un escalón por encima del resto de bikers del planeta.
Ante 10.000 espectadores, el suizo y el francés se distanciaron del resto de forma definitiva en el primer cuarto de la prueba. Empezó entonces un juego de táctica y vigilancia que se rompió cuando Maxime Marotte empezó a recortar distancia con ellos de forma peligrosa.
Entre Absalon y Schurter, el que corrió más al ataque fue, sin duda, Absalon. Afrontando todas las subidas intentando descolgar al suizo, pero siempre sin éxito. El hecho de que Albstadt fuese un circuito, en teoría, más favorable a Julien hizo que asumiera el peso de la carrera. Hasta que Schurter empezó a ejecutar su plan.
«No quería que Absalon volviese a atacarme, y hubo un momento en que puse un ritmo más alto.» Pero no sirvió de nada. Ambos permanecieron unidos en todo momento.
Todo iba a quedar en un sprint final en la recta de meta. Absalon entraba primero en la recta final. «Eso era parte de mi plan«. Pero su plan estuvo apunto de echarse a perder. Fue al entrar en la última curva, cuando su rueda trasera patinó.
«Por un momento tuve miedo, y pensé: ‘oooh, ahora si que va a ser un final muy muy ajustado’. Pero estoy contento de como salió todo. Las victorias como estas son las mejores. Cuando estoy a tope de forma puedo seguir a Julien incluso en circuitos como este. Y puedo ganarle.»
Así se hizo con su victoria 19a en la Copa del Mundo. Aún lejos de las 30 de Absalon pero, a todas luces, con opciones de sobra de igualar ese número o superarlo.
«Ha sido una competición increíble y estaba en un estado de forma perfecto. Ninguno de los ataques de Absalon me ha forzado a ir al límite» explicaba Schurter.
Absalon mostró cierta decepción por su derrota. «Hoy tenía una buena oportunidad de batir a Nino al sprint. Intenté irme en la última subida, pero no funcionó. Era un poco más rápido que él en las bajadas, pero Nino me atrapaba en la zona de prado.«