Era una gran promesa en la Copa del Mundo, fichó por el Scott-SRAM, se coronó en la Cape Epic y ahí acabó su mejor versión
Estamos en el año 2016 y el suizo Matthias Stirnemann tiene un futuro esplendoroso. Joven, apenas recién llegado a la categoría élite, se sube al podio de la Copa del Mundo de Mont-Sainte-Anne compitiendo con el equipo Möbel Märki. Lleva una temporada espectacular. Ha logrado 2 top-10 más en Copa del Mundo y en el Mundial acabaría en una impresionante 6ª plaza. Además de ser 5º en el Europeo. A final de temporada le llega su primer gran premio. Competir junto a Nino Schurter formando pareja del equipo Scott en la Swiss Epic. Era la antesala de lo que estaba por venir. Acabarían 3º y Nino Schurter expresaría su deseo de ganar la Absa Cape Epic algún día en un tiempo de 3 años. El primer intento, junto al propio Matthias Stirnemann, sería en 2017 con el corredor ya fichado por parte del equipo Scott. Dicho y hecho. Ambos logran una espectacular victoria en la Absa Cape Epic en su primer intento en 2017. Ante uno de los equipos más dominantes de la historia de la prueba. El formado por Sauser y Kulhavy. En ese momento, y tras esa demostración de fuerza, el futuro de Matthias Stirnemann lucía espectacular. Nadie se podría imaginar que no volvería a brillar a ese nivel nunca más hasta la fecha.
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