El nuevo circuito de Short Track hizo que la prueba fuese mucho más dura físicamente
Sin lluvia e incluso con algunos rayos de sol, pero con un circuito totalmente húmedo. Así se ha disputado el Short Track de la Copa del Mundo en Nove Mesto. No eran las condiciones de barro extremo del primer Short Track del año pasado, pero el terreno estaba complicado. Además, como os anunciamos en nuestra previa, el recorrido del Short Track había recibido cambios importantes. Se añadieron tramos técnicos y zonas más estrechas en una decisión que no acabó de gustar a la mayoría de corredores que prefieren zonas más amplias y seguras en esta prueba tan explosiva y que se disputa codo con codo.
Continúa tras los patrocinadores
Una carrera por eliminación que MVDP se encargó de seleccionar en la penúltima vuelta
Mathieu van der Poel era el primero en liderar la carrera masculina seguido de cerca por Koretzky y Avancini. Schurter pasaba a liderar y se desprendía de sus gafas mientras Pidcock se colocaba tras él. La grupo de cabeza se estiraba en la subida y la bajada a meta y se reagrupaba en la zona de meta con los favoritos siempre muy bien colocados. Avancini tomaba su turno en cabeza a mitad de carrera. Koretzky tampoco se escondía y se le veía tirando tras Avancini. Un grupo de unos 14 corredores se mantenía prácticamente unido durante toda la primera mitad de la carrera. Sarrou también daba muestras de tener buenas piernas en la penúltima vuelta.
Aunque todo parecía una cuestión de guardar fuerzas a la espera del habitual ataque de Mathieu van der Poel que suele romper el Short Track. El neerlandés tiraba en cabeza en la penúltima vuelta y Pidcock se soldaba a su rueda. Era el primer ataque serio y la selección estaba hecha. El duelo del ciclocross entre Van der Poel y Pidcock volvía a estar servido. Incluso iban a moverse entre barro para sentirse como en invierno.