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28 años de evolución del MTB resumidos en 2 modelos de Scott: la Pro Racing de 1990 y la Spark 2018

Del 3x7 al 1x12. De las cámaras al tubeless. Del acero al carbono. Los cambios en la geometría... comparamos la Scott Pro Racing de 1990 con la Scott Spark RC 900 World Cup de Nino Schurter

Aprovechamos los 60 años de Scott y su celebración retro para ver la evolución del MTB

Scott está celebrando sus 60 años de historia como marca a lo grande. Siguiendo su imagen de marca desenfadada, han aprovechado para desempolvar todo su material «old school» y acercarnos a la evolución del mountain bike desde sus primeros modelos a la actualidad. Algo que cobra especial relevancia en esta firma que, a día de hoy, está posicionada como un referente en diferentes sectores del mountain bike. Sus Scott Scale y Scott Spark han sabido evolucionar para marcar la pauta entre los modelos de carácter XC. Pero, ¿qué ha cambiado en estos 28 años que separan a la Scott Pro Racing y la Scott Spark RC 900 World Cup de Nino Schurter?

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Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900 World Cup

Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900 World Cup

Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900: cuadro

La Pro Racing era totalmente rígida… ¡y para DH y XC!

Empezamos por la base. La Scott Pro Racing era una bicicleta totalmente rígida. Ni suspensión trasera ni suspensión delantera. Y, ojo al dato, estaba pensada para competir tanto en DH como en XC. Sin manías. Era el modelo tope de gama de aquel momento en la marca Scott. Estaba realizado con acero Cro Moly Tange Prestige, con triple conificado (significaba que el espesor del tubo tenía hasta 3 medidas diferentes dependiendo de la zona). La horquilla también era de acero Cr-Mo Tange. El cuadro empleada el sistema de dirección a rosca, algo que pocos habrán visto ya si se han incorporado después del año 2.000 al MTB. Obviamente los cables iban guiados por fuera del cuadro y el cuadro contaba con un soporte para el final de la funda del freno de cantilever trasero. Se usaban ejes de 9mm con cierre rápido y ni pienses en la medida Boost. Eso sí, tenía el eje de pedalier a rosca, algo que parece estar de vuelta en modelos de uso exigente.

Scott Pro Racing 1990

Scott Pro Racing 1990

752 capas de carbono dan vida a la Spark RC

El cuadro de la Scott Spark RC 900 que emplea Nino Schurter está realizado en carbono HMX SL, el mejor de las 3 versiones de carbono con las que trabaja actualmente Scott. Pesa 1.779 gramos con amortiguador incluido. El cuadro está compuesto por 752 capas de carbono diferentes, puestas a mano una a una. Cuento con lo último: cuadro Boost, soporte Trunnion, dirección cónica, únicamente diseñado para monoplato, 100 mm de recorrido, guiado de cables interno y pedalier de tipo PressFit.

Scott Spark RC 900 World Cup

Scott Spark RC 900 World Cup

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Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900: geometría

El ángulo de dirección es la principal diferencia en la geometría

La geometría ha evolucionado mucho, incluso en una modalidad tan conservadora como el XC. Lo podemos ver, en la geometría de ambas bicicletas. El ángulo de dirección y el tubo superior son los principales caballos de batalla en la geometría actual. De los 70,5º de la Scott Pro Racing, a los 68,5º de la Scott Spark RC 900 World Cup. En el ángulo de sillín la diferencia no es tan notoria. El tubo superior (la medida Reach no se usaba por aquel entonces) también es más largo en el modelo actual siguiendo la tendencia e bicis más largas y relajadas de dirección. La llegada de las ruedas de 29″ hizo que las vainas creciesen, algo que con el Boost ha empezado a disminuir, por suerte, también en las 29″. La Spark es 10mm más larga de vainas que la Pro Racing. Y 57 mm más larga entre ejes. Siempre hablando de la talla M en ambos casos.

Scott Pro Racing 1990 Scott Spark RC 900 World Cup
Ángulo de dirección 70,5º 68,5º
Ángulo de sillín 73º 73,8º
Tubo superior 570 mm 600 mm
Vainas 425 mm 435 mm
Distancia entre ejes 1060 mm 1127 mm
Offset de la horquilla 45 mm 51 mm
Scott Spark RC 900 World Cup

Potencia y manillar integrado

Scott Spark RC 900 World Cup

Look retro

Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900: ruedas

De los 32 a los 28 radios, pero, sobre todo de las cámaras al tubeless

La Scott Pro Racing contaba con unas ruedas que empleaban llantas Araya CV–7 de 32 radios con bujes Shimano Deore XT. Sí, en 26″. Montados con neumáticos Ritchey Mega Bite Harddrive de 26×2,0″. La bicicleta de Nino Schurter monta unas DT-Swiss XRC 1200 Spline de carbono con 28 radios por rueda. Aunque las diferencias ya son grandes ahí, probablemente una de las mayores está en que la Pro Racing de 1990 iba montada con cámaras (dónde era arriesgado bajar de los 3 bar de presión si no querías pinchar por llantazo) y la actual con tubeless y neumáticos Maxxis Aspen de 29″x2,25″. Y presiones de los 1,4 a los 1,8 bar. Otro mundo de agarre y comodidad.

Dirección a rosca

Dirección a rosca

Guiado de cables

Guiado de cables, old school

Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900: transmisión

De los 7 piñones a los 12. De los 3 platos al monoplato.

3×7 contra 1×12. La diferencia en la transmisión. De 21 velocidades a 12 en la actualidad. El menos es más llevado al extremo. 7 piñones tenía el Shimano Deore XT de la época, que montaba las revolucionarias manetas de cambios STI. El cassette era un 12-28 (con desarrollos 12-14-16-18-21-24-28) y con platos 24-36-46 redondos. ¿Por qué decimos redondos? Porque en esa época Shimano ofrecía sus platos ovalados Biopace, un experimento que no tiró adelante, en parte por una concepción errónea de cómo debía estar ubicado el óvalo respecto al pedaleo.

Por otro lado la Scott Spark RC 900 World Cup, equipada con el SRAM XX1 Eagle con plato de 36 a 40 dientes (dependiendo lo cómo sea el circuito y cómo se vea el propio Nino Schurter) y cassette de 10-50. Y nada de desviador delantero.

Shimano XT de 1990 vs SRAM XX1 Eagle

Scott Pro Racing vs Scott Spark RC 900: frenos

Frenar con cantilever era una experiencia única. Y que pocos querrán revivir.

Quien haya llevado unos cantilever sabe el avance que suponen los frenos de disco. Muchos preguntan por qué la maneta de freno de los frenos cantilever era tan grande. Simplemente porque cuantos más dedos pudieses meter ahí para hacer fuerza con la maneta más potencia de frenado conseguías. Si es que el concepto de potencia de frenado se puede aplicar a ese tipo de frenos. Se jugaba con el compuesto de las pastillas, la palanca de la maneta e incluso había potenciadores para ellas. El material de la llanta también contaba y había una pesadilla que todos vivían en esa época. Dar un llantazo y que la pista de frenado quedase con alguna muesca significaba que cuando frenabas se acabó el tacto continuo. Al llegar al golpe en la llanta la rueda se clavaba o notabas el salto en la maneta. Otra época. Y si llovía… te debías preparar para la emoción, porque cualquier cosa similar a parar la bicicleta donde querías era un sueño.

Mientras, Nino Schurter frena con un dedo y con el mínimo esfuerzo. No importa que haga sol o llueva. Los frenos de disco actuales rinden de forma impresionante en cualquier circunstancia.

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