Eso mismo debió pensar Cristóbal Sanchez la primera vez que ejerció de seleccionador de mountainbike. No sé si fue nombrado o si se presentó, o cómo llegó a ese cargo, pero la verdad es que tampoco me inquieta.
Por aquel entonces, el comentario más jocoso era que no tenía ni tan siquiera bicicleta, así que de andar en bici, mejor ni hablamos.
Cristóbal fue el seleccionador responsable de la última gran metedura de pata olímpica que recuerdo, «levantarle» la plaza a Carlos Coloma en detrimento de otro corredor contrariándose a sí mismo y a sus propios criterios de selección. Al final las aguas volvieron a su cauce gracias al gran impacto mediático que tuvo, pero por desgracia el daño ya estaba hecho.
Como dice un vulgar chiste, tras la vaca que ríe, está el toro que empuja. Y en este caso, por allí estaba el nombre de Mikel Zabala, que nunca respondió a mis llamadas (ahora ya sería un poquito tarde). Aún así llamó a Esmtb.com muy ofendido (por no decir algo peor) con la manera en la que se trató desde aquí toda aquella historia. Aunque yo siempre creo que el gran ofendido fue un corredor al que se puso en entredicho y que en su día cumplió los criterios impuestos por el seleccionador. Si estos criterios no eran los adecuados no era culpa suya, sino de quien los estableció, por lo tanto no era justo que su imagen fuese la perjudicada. La víctima fue el corredor, y no los señoritos que tanto se ofendieron.
Este tipo de cosas, son las que han marcado la trayectoria de Cristóbal en nuestro deporte, junto con la fama que se le atribuye de tomar decisiones erróneas y corregirlas sobre la marcha cuando algún corredor le dice que eso no es así. Tenemos un seleccionador de atrezzo al que los seleccionados le indican cómo debe hacer las cosas.
Vuelve Cristóbal al cargo, pero no vamos a permitir que le robe protagonismo al hombre que le da la alternativa: Oscar Saiz.
No voy a decir que no tiene ni idea de rally, pero casi. ¿Y eso que importa? Mucho, muchísmo. La modalidad olímpica que nos garantiza plazas siempre es el rally, y Oscar es un experto… en descenso. Creo, que como mínimo, la modalidad de xc necesitaba a alguien que supiese un poco del tema. Esto no es un juego.
Durante su cargo se dieron circunstancias que no podemos pasar por alto. Como por ejemplo, que un conocido corredor se ofreciese a pagar sus propios gastos para poder ir al mundial de bike maratón. Se le denegó la opción.
También fue cómico descubrir que el seleccionador no conocía a corredores de xc del top ten nacional y que cuando le preguntaron porqué solo seleccionó a un corredor para el mundial de bike maraton, se excusó diciendo que era el único del que tenían constancia que practicaba esa modalidad en la Federación española.
Se dieron muchas más desgracias que evidenciaron su mal hacer, o mejor dicho, su «no saber hacer».
No os asustéis, esto es como todo, ¡siempre se puede ir a peor!