El uso de la bicicleta en rodillo puede acabar generando daños en el cuadro
Con el aumento de la popularidad del ciclismo indoor y virtual tanto los usuarios de bicicletas como los fabricantes se han encontrado con un nuevo problema. No todos los cuadros están diseñados para soportar las fuerzas que reciben al hacer rodillo con la bicicleta sujeta a un punto fijo. No es algo nuevo, y algunas marcas ya habían advertido en sus condiciones de uso la recomendación de no emplearlas en rodillos fijos. Pero ahora es un aspecto que gana relevancia dada la nueva popularidad del ciclismo indoor.
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El sistema de fijación de la bicicleta es clave para establecer las fuerzas que debe soportar
El principal problema que se plantea a la hora de usar la bicicleta en el rodillo es que el cuadro queda sometido a un tipo de esfuerzo para el que, en muchos casos, no ha sido diseñado. Si hablamos de cuadros de carbono ultraligeros, donde cada lámina de fibra de carbono ha sido colocada de forma estudiada para soportar un tipo de carga en concreto, es cuando pueden aparecer los problemas.
La problemática a la hora de fijar la bicicleta al rodillo viene por dos puntos. Por un lado la forma en que el rodillo sujeta la bicicleta. Aquí hay modelos especialmente dañinos para el cuadro, como los que aguantan la bicicleta haciendo presión por los laterales del cuadro a la altura del eje de la rueda. Si bien suelen contar con ejes de la rueda propios para que el cierre no llegue a apoyarse en el cuadro directamente, es un sistema de sujeción especialmente problemático. El otro punto conflictivo es que la bicicleta queda sujeta por un punto fijo, con lo que al pedalear recibe una serie de fuerzas que no existen en un pedaleo normal en el exterior.