Corratec Revo Bow SL Pro, probamos la rígida más exótica

Guiado de cables totalmente interno, con entrada por la dirección, y patilla SRAM UDH

Para dar más soporte a la tija de sillín el tubo de sillín se prolonga más de lo habitual tras superar el tubo diagonal, intentando reducir la cantidad de tija que queda fuera con un slooping tan agresivo. Los tirantes mantienen en buena parte la sección plana del tubo superior, mientras que las vainas son algo más convencionales, aunque también bastante curvadas. La zona de las punteras está sobredimensionada y usa puntera de cambio SRAM UDH. Curiosamente, la caja de pedalier y su alrededor es bastante fino.

Destaca el sistema de guiado de cables completamente interno con entrada por la dirección, siguiendo las últimas tendencias y logrando una estética limpia de cables en el cuadro. Acros se encarga de la zona de la dirección y se ha convertido en una de las marcas habituales cuando se recurre a este tipo de guiado de cables.

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4 tallas y un marcado slooping que hace que sea muy compacta visualmente

Hay dos versiones de carbono diferentes. Este modelo, la Corratec Revo Bow SL Pro es la más económica en la versión con el mejor carbono. El cuadro se fabrica en 4 tallas que marcan como 39, 44, 49, 54 y que equivaldrían a S, M, L y XL. El modelo que veis en el test es talla 44, aunque el marcado slooping la hace parecer más pequeña visualmente.

Los acabados son acordes a la espectacularidad del cuadro, con un mix de zonas en acabado brillante con otras en acabado mate que resulta llamativo y elegante a la vez. Un dato curioso es que el eje de la rueda trasera usa una llave allen del 4 en lugar de la habitual del 5. Echamos en falta un protector de la vaina de transmisión potente, algo fácil de solventar pero que debería venir de serie.
Usa una tija de 31,6 mm de ancho, una medida poco frecuente en rígidas, que suelen tirar hacia tijas más estrechas. El anclaje de la pinza trasera es post mount y el pedalier es pressfit.

El paso de rueda es el adecuado para usar neumáticos de 2,2”, pero no mucho más anchos, dado que la Corratec Revo Bow no va muy sobrada en ese apartado.

Montaje sin experimentos, 100% Shimano con SLX y XT combinados

En cuanto al equipamiento de la Corratec Revo Bow que hemos probado. No han hecho experimentos en ningún apartado. El dato más curioso son las ruedas DT Swiss M1900 con llanta de 30 mm de ancho interno, justo en un cuadro donde los neumáticos de 2,3 o 2,4 pasarán demasiado justos. Transmisión y frenos van a cargo de un mix de Shimano SLX con cambio XT. Si ya habéis visto nuestros tests de esos grupos ya sabéis que suponen fiabilidad, funcionamiento suave y precisión. En los frenos montan discos de 180 mm delante y 160 mm detrás. Los componentes son de ZZYZK, con tija de sillín y manillar de carbono. El manillar nos pareció demasiado estrecho para los cánones actuales.
La horquilla RockShox SID SL Select+ cumple su función con sus 100 mm de recorrido y bloqueo remoto.

10,7 kg y 3.349€

El peso de la Corratec Revo Bow Pro es de 10,7 kg en la talla que probamos.

El precio de este modelo es de 3.349€. En total la gama Revo Bow SL tiene 3 modelos que van desde esos 3.349€ a los 9.049€ de la tope de gama, más dos modelos de la Corratec Revo Bow, con el cuadro de carbono no SL, con precios de 2.049€ y 2.849€.

Muy rígida y muy ágil, la Corratec Revo Bow SL te devuelve al feeling de las rígidas de toda la vida

Llega la hora de probarla y desde el primer golpe de pedal queda claro el enfoque de la espectacular Corratec Revo Bow. Aceleración instántanea, agilidad extrema y muchísima rigidez. Quizás las formas curvadas de la parte frontal pueden hacer creer que tienen alguna función de aportar flexibilidad y comodidad. Pero nada más lejos de la realidad. La Corratec Revo Bow es una de las rígidas más rígidas que ha pasado por nuestras manos últimamente. Su cuadro tan compacto seguro que ayuda en ese apartado. Las ventajas son una respuesta rápida y contundente a cada golpe de pedal. El inconveniente es la incomodidad que podemos sentir en los tramos más bacheados, algo que no es ninguna sorpresa en una bici rígida.

A esa sensación de aceleración fulgurante se suma una dirección cerrada que transmite mucha agilidad subiendo y nos recuerda a las rígidas de geometría racing que cada vez escasean más, e incluso las vainas que son bastante compactas.

Bajando las sensaciones cambian. A alta velocidad esa agilidad se convierte en cierta inestabilidad, pero en los descensos a baja velocidad y con muchos cambios de dirección es una gozada. Hablando siempre de terreno más o menos liso. Obviamente, como todas las rígidas, los rock garden no son su mejor escenario.

Subidas, tramos lentos y aceleraciones son sus puntos fuertes. Su estética su valor más diferencial

En definitiva, disfrutamos de la Corratec Revo Bow en las pistas, especialmente de subida, los senderos lentos y revirados pero lisos, y esas bajadas de flow donde también se puede sacar partido a la rigidez y la facilidad de movimientos que otorga.

Se trata de una bicicleta con una estética única, acabados de primera, montaje equilibrado, feeling racing, ágil y con una rigidez enorme. Un modelo para los que busquen las sensaciones de una rígida de toda la vida, algo cada vez más difícil de encontrar.

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