La presencia de motor en las e-bike hace que las federaciones hayan visto la posibilidad de perder la regulación de competiciones y eventos en favor de otras federaciones, como podría ser la de motociclismo
La UEC (Unión Europea de Ciclismo) siempre ha sido más rápida en la adopción de nuevas tendencias que la propia UCI. Ahí están los Campeonatos de Europa de ultra-maraton, que sí existen a nivel europeo y no mundial, como una pequeña muestra de esa mayor flexibilidad para aceptar nuevas modalidades. Con ello, no han tardado en sumarse al carro de las e-bike.
Se trata de un sector en auge, que está salvando las ventas de muchas compañías, y que ahora se busca exprimir al máximo en todos los sentidos. La presencia de un motor en este tipo de bicicletas había abierto la puerta a que fuesen otras federaciones las que se hiciesen con el pastel de la regulación de las pruebas para e-bikes, como podría haber sido la federación de motociclismo. Desde la UCI han intentado parar ese golpe rápido y ya han mostrado su disposición a crear una disciplina específica para e-bikes.
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