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Nino Schurter tras su debut en el Pro Tour: «al principio de algunas etapas se rodaba tan relajado que cogía frío»

El suiza ya sabe lo que es competir al máximo nivel en carretera y explica su experiencia en el Tour de Romandia

Nino Schurter ha sido noticia en la pasada semana, pero no por sus actuaciones sobre la BTT, sino por su estreno en el Pro Tour de ciclismo de acarretera. El biker de Scott Odlo tomó parte en el Tour de Romandia dentro del equipo Orica-GreenEdge.

Su debut ha estado envuelto de expectación y en Suiza lo han seguido con especial atención.

«Ha sido emocionante y educativo, una experiencia muy divertida» inicia Nino sobre su experiencia en la prueba.

Su mejor rendimiento parecía que iba a ser en una de las etapas más duras de la carrera. Una jornada con 4 grandes puertos. Cuando el pelotón se había quedado reducido a 28 unidades, Nino seguía entre ellas con aspecto de poder aguantar aún algún cambio de ritmo. Pero un problema mecánico, en concreto una biela que se aflojó, le hizo tener que parar y esperar el coche de equipo. En ese momento era el único corredor de su equipo en el grupo de cabeza.

«Tuve que parar y esperar al coche, cuando lo solucioné estaba a 40 segundos del grupo. Intenté remontar a la estela de los coches, pero en subida eso no es de gran ayuda. Tengo la impresión que podría haber estado entre los 15 o 20 mejores del día. En el prólogo tuve problemas con mi ritmo, y estuve a punto de caerme, lo que me restó confianza para arriesgar en el recorrido.»

A Nino también le ha sorprendido los cambios de ritmo en carrera. «Es complicado de gestionar. En una etapa, durante la primera hora y media, iba con las pulsaciones muy bajas rodando dentro del pelotón. Tanto que incluso tuve que bajar a por ropa porque cogía frío. Y de repente llega un punto importante de la etapa y se va a todo gas. Si la subida no es muy inclinada, al 5 o 6%, se sube a 27km/h. Eso sí, cuanto más inclinación tenía una subida, mejor me sentía en el grupo«.

Respecto al trabajo en equipo, el campeón del mundo de BTT se libró durante toda la prueba. «Ayudé en una subida a Albasini, pero en general siempre pude ir a mi aire. El equipo tampoco sabía cuales podían ser mis virtudes y donde poder utilizarme, así que no tuve que trabajar casi nada.»

Esta primera toma de contacto le ha servido, sobre todo, para ganar experiencia. «Ahora sé que al principio puedo ir mucho más relajado. Salía un poco tenso. Me alegró de tener por delante la Vuelta a Suiza, que espero que sea otra gran experiencia.»

En carrera compartió asfalto con otros ex-bikers. «Estuve hablando con Jean Christoph Peraud, Jakob Fulgsang y Alexis Vouillermoz. También con Yuri Trofimov. Es sorprendente ver que los corredores de carretera nos conocen más de lo que pensamos.»

En cuanto a la campaña de BTT, tomará parte en la BMC Racing Cup de Solothurn, y espera volver a estar en buena forma para la Copa del Mundo de Nove Mesto.

En el Tour de Romandia acabó 42º, y la 18ª plaza de la segunda etapa fue su mejor resultado parcial.

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