Mathieu van der Poel ya se encuentra en Crans Montana, Suiza, desde el pasado domingo, preparando el Campeonato del Mundo de XCO que se disputa esta semana. Una decisión poco habitual en él, que solía llegar a los grandes eventos de MTB con mucha menos antelación, y que parece reflejar un aprendizaje tras varios episodios pasados donde la falta de preparación le pasó factura.
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En los JJOO de Tokio fue el último en acudir al trazado
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, el neerlandés llegó al circuito el último de todos los grandes favoritos, con pocos días de entrenamiento en el trazado. Sus declaraciones dejaban ver que sentía que no necesitaba más. Fue el inicio del incidente más conocido del neerlandés en MTB, generado al no saber que se había retirado la rampa de un salto clave, lo que acabó provocando la caída que le obligó a retirarse entre duras críticas por falta de respeto hacia la modalidad.
Un patrón parecido se repitió en el Mundial de Glasgow 2023, donde apenas dedicó tiempo a entrenar tras proclamarse campeón del mundo en carretera. En la prueba de XCO se fue al suelo en la salida y tuvo que abandonar. Incluso este mismo 2024, en Nove Mesto, encadenó dos caídas (la primera por intentar remontar demasiado rápido, la segunda por ejecutar mal un salto), lo que reforzó la sensación de que sus ansias por forzar al máximo le estaban costando caro. Solo en Les Gets, más recientemente, dio señales de haber aprendido, remontando de forma más progresiva hasta acabar sexto tras salir desde la quinta fila.