Su triunfo en Namur hizo pensar que podía ser rival para MVDP
No cabe duda de que Tom Pidcock fue el más «flojo» de los 3 magníficos del ciclocross en su primer duelo a tres bandas de la temporada. Si es que se puede calificar como flojo lograr una 8ª plaza en una Copa del Mundo de ciclocross. Pero, para lo bueno y para lo malo, tanto a Pidcock como a Van der Poel o Van Aert se les exige estar siempre en la lucha por la victoria. Es el resultado de sus exhibiciones del pasado y de su descarado talento innato. Tras ganar en Namur, Pidcock no pudo ni acercarse a la cabeza de carrera en Amberes. El inglés compitió muy mermado respecto a la semana anterior.
Continúa tras los patrocinadores
Tras unas semana enfermo y con un enganchón tras la salida, su carrera se complicó
Todos esperábamos con ansia la llegada del primer duelo entre Van der Poel, Van Aert y Pidcock. Está claro que Van der Poel cumplió con su papel con creces y no podemos criticar la actitud de un Van Aert que fue suficientemente inteligente para saber que no podía luchar de tú a tú con el campeón del mundo y se centró en ser el mejor de los perseguidores. Pero Tom Pidcock no pudo entrar en esa pelea. Fue claramente superado por rivales a los que había avasallado hace solo unos días en Namur. La naturaleza del circuito de Amberes, poco adecuado para sus características, podía explicar en parte ese rendimiento. Pero la realidad es que Tom Pidcock no pudo competir en plenitud de facultades.