En marcha con la luz Cateye Volt 1700
La luz ofrece una iluminación muy amplia, incluso en los laterales. No se calentó y la autonomía fue mayor de la esperada
Una vez montada, la hemos empleado en salidas de MTB nocturnas durante semanas. De entrada su autonomía anunciada no solo es correcta, sino que incluso nos ha durado más de lo que anuncia. En concreto, con el modo de máxima intensidad pudimos emplearla durante 2 horas y 10 minutos sin parar. Ese modo ofrece una luz perfecta para los senderos y pistas más oscuros. Tiene un alcance, en línea recta, de unos 80 metros, y su halo de luz es muy redondeado, abarcando también una anchura considerable. Una forma de iluminar que nos resultó ideal en todas las circunstancias. Ni si quiera con ese uso intensivo al máxima potencia notamos que el cuerpo se calentase especialmente.
El LED indicador de batería se pone de color ámbar cuando queda menos de un 50% de batería, y de color rojo cuando la batería está entre un 30 y un 16%. Cuando parpadea es que nos queda menos de un 15% de batería.
Cambiar de modo, con el botón superior, es muy fácil y rápido, lo que nos permite hacerlo de forma habitual puesto que en muchas situaciones nos bastará con el modo de 500 lumens para rodar. El accesorio del casco, aunque se compra aparte, es muy recomendable. El peso de la luz no es excesivo y llevarlo en el casco nos facilita orientar la luz allí donde miramos.
En definitiva, la luz Cateye Volt 1700 tiene todo lo que puedas esperar de una luz de gama alta para mountain bike. Nos ha encantado su facilidad para montarla y desmontarla, su simplicidad de uso, la potencia que ofrece y el gran nivel de autonomía alcanzado. Si le sumamos la posibilidad de cambiar la batería de forma manual y rápida y el poder montarla en el casco, estamos ante una luz lista para cubrir cualquier necesidad. Su precio, de 230€ es algo elevado comparado con otros modelos, pero la calidad de la Cateye Volt 1700 también es más elevada que la de la mayoría de modelos de menor precio.