La suspensión está relacionada con las medidas cautelares del caso
La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado la suspensión del Maximum Gearing Test Protocol, el test sobre la limitación de desarrollos que debía realizarse por primera vez durante el Tour de Guangxi, previsto del 14 al 19 de octubre. La medida llega tras la decisión de la Autoridad de Competencia de Bélgica (BCA) de imponer medidas provisionales en respuesta a la denuncia presentada por SRAM.
Continúa tras los patrocinadores
La BCA paraliza el protocolo de la UCI
Un golpe directo al camino de limitaciones que quería probar la UCI para reducir la velocidad en carrera
El comunicado publicado por la UCI este 9 de octubre confirma que el protocolo queda suspendido de manera temporal y no se aplicará en la carrera china. Según el organismo, las medidas ordenadas por la BCA impiden su puesta en marcha y dejan en pausa el proceso de análisis sobre los posibles efectos de limitar los desarrollos en el pelotón profesional.
La decisión supone un golpe directo al proyecto de la UCI, que pretendía recopilar datos sobre cómo el tamaño de los desarrollos influye en la velocidad y la seguridad de los corredores, especialmente en descensos.
Reacción crítica de la UCI
La UCI se declara “sorprendida” por la intervención de una autoridad de competencia nacional
En su comunicado, la UCI se declara “sorprendida” por la intervención de una autoridad de competencia nacional en un asunto que, según defiende, responde a un objetivo común de todos los actores del ciclismo: la seguridad. El organismo internacional subraya además la particularidad de la situación, recordando que la decisión ha sido tomada por una autoridad belga a raíz de una denuncia de una empresa estadounidense —SRAM— contra una federación suiza, y sobre un test que debía realizarse en territorio chino.
“La UCI lamenta profundamente que la seguridad de los corredores no parezca ser un objetivo compartido por quienes se opusieron a la aplicación del protocolo”, señala el comunicado, en una clara alusión a SRAM y su recurso ante la BCA.
La UCI anuncia recurso y posibles cambios
“La UCI lamenta profundamente que la seguridad de los corredores no parezca ser un objetivo compartido”
El organismo ha confirmado que presentará un recurso contra la decisión de la BCA. Además, deja abierta la posibilidad de introducir modificaciones en el Testing Protocol con el fin de facilitar su futura aplicación en próximas pruebas, y de mantener así su línea de trabajo en materia de seguridad y control de velocidades en competición.
La UCI cierra el comunicado indicando que no realizará más declaraciones por el momento.
Las palabras de SRAM tras esta medida
«Ha llegado el momento de replantear cómo interactúan los actores clave del deporte»
Tras conocerse la suspensión del test, SRAM ha emitido un nuevo comunicado en el que su CEO, Ken Lousberg, ha hecho un llamamiento a la colaboración entre todas las partes implicadas en el ciclismo profesional. “Ha llegado el momento de replantear cómo interactúan los actores clave del deporte. La UCI, los equipos, los corredores, los patrocinadores, los organizadores de carreras y la industria ciclista deben trabajar juntos para construir un futuro mejor para el ciclismo y sus aficionados. Los mejores resultados se logran cuando todos tienen voz en la mesa”, afirmó Lousberg. Añadió además que “innovación y seguridad no son fuerzas opuestas, sino complementarias. Nuestro objetivo es un proceso abierto, transparente y participativo que logre mejoras reales en seguridad, proteja la libertad de elección de los corredores y fomente la innovación en el futuro del ciclismo”.
Un conflicto que marca un precedente
El Tour de Guangxi iba a ser la primera carrera con desarrollo limitado
La suspensión del test es el último capítulo de una disputa que comenzó el pasado 12 de septiembre, cuando SRAM presentó una denuncia formal ante la BCA por considerar que el Maximum Gearing Protocol infringía las leyes de competencia europeas. La marca estadounidense alegó que la limitación perjudicaba a sus equipos y distorsionaba la competencia en el mercado de transmisiones, ya que su grupo RED AXS en configuración 54×10 superaba el límite impuesto por la UCI (10,46 metros por pedalada).
La BCA decidió abrir un procedimiento y, como medida cautelar, suspender el test antes de su aplicación en el Tour de Guangxi. La UCI, por su parte, había defendido que la prueba no tenía carácter regulatorio, sino experimental, y que contaba con el respaldo de equipos, ciclistas y del CPA (asociación de corredores).
Esta intervención judicial crea un precedente inusual en el ciclismo moderno: un conflicto entre un organismo deportivo global y una autoridad de competencia nacional en torno a una normativa técnica que afecta directamente al material de competición.