Rocky Mountain tenía su gama de DH estancada en el tiempo. El modelo Flatline llevaba desde 2010 sin recibir ni una mejora. Una eternidad en el mercado del MTB.
Pero ahora, lejos de mejorarla, Rocky Mountain ha creado un modelo completamente nuevo. La Rocky Mountain Flatline. Y viene con lo último de lo último.
De entrada un look atractivo, en buena parte gracias a la nuevas formas que permite su cuadro realizado en carbono.
La otra gran novedad es que el cuadro es compatible con ruedas de 26″ o 27,5″. No obstante Canadá es el lugar del nacimiento del freeride, el movimiento donde las 26″ siguen sobreviviendo sin demasiados problemas.
Tiene 200mm de recorrido y su geometría es ajustable gracias a un sistema que permite cambiar la posición del amortiguador.
Tiene integrados topes en el cuadro, en sus laterales, para que no la dañe una horquilla de doble pletina al girar, cableado interno y compatible con Shimano Di2 y puntos de giro sobredimensionados.
En cuanto a sus cambios de geometría hay 4 opciones posibles, y afectan al ángulo de dirección y altura del pedalier.
En el modelo montado de serie se emplearán suspensiones BOS.