Un producto tan simple y económico como útil
No hace falta que hablemos del precio que tienen las bicicletas, especialmente en modelos de gama alta. Y lo extremadamente expuestas que están a los elementos externos. Piedras que saltan del terreno, barro o rascadas en caídas están a la orden del día. Los protectores para el cuadro de la bicicleta son un elemento económico, fácil de instalar y que te puede salvar de la mayoría de rayadas y arañazos. A día de hoy los protectores para el cuadro son tan útiles que muchas marcas los incorporan ya de serie. Pero si no es así tienes diferentes opciones para proteger tu cuadro. Te las mostramos.
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Hay diferentes tipos. Desde distintos grosores a opciones con formas pre-configuradas
A la hora de buscar protecciones para nuestro cuadro hay diferentes opciones. Hemos escogido la gama de Zéfal por contar con todas las principales variantes que podemos encontrar. Por un lado el formato. Existen kits con protectores con formas predefinidas para aplicar en los puntos más habituales del cuadro. Se tratan de kits de protecciones en las que nos ahorramos el trabajo de realizar ningún recorte puesto que las partes vienen perfectamente recortadas con las formas adecuadas para cada lugar del cuadro. En el caso de Zéfal cuentan con 3 kits diferentes en función de la cantidad de zonas a proteger:
Skin Armor L (19,95€): El kit completo que incluye 14 protectores del cuadro para tirantes, vainas, tubo diagonal, tubo superior, tubo de dirección e incluso bielas.
Skin Armor M (12,95€): Cuenta con 12 protecciones para el tubo diagonal, vainas y partes más pequeñas para el tubo de sillín y tirantes.
Skin Armor S (8,95€): El kit más simple con 7 protecciones minimalistas para vaina, bielas, tirantes, tubo de sillín y tubo de dirección.