La penúltima carrera del año
La Copa del Mundo de MTB entra en sus días más intensos con la llegada a Lake Placid, en el estado de Nueva York. Será la penúltima cita de la temporada y, en un calendario que se cerrará en Canadá con la clásica de Mont-Sainte-Anne, los corredores afrontan un fin de semana que puede decidir quién levanta el trofeo absoluto de 2025.
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El retorno a un lugar icónico
Un recorrido sencillo y rápido que abre la puerta a carreras ajustadas
Lake Placid no necesita presentación en el mundo del deporte. Sede de dos Juegos Olímpicos de Invierno, su nombre está grabado en la historia del esquí, el hockey o el patinaje. En 2024 se estrenó como parada de la Copa del Mundo de MTB, con un éxito a nivel de espectáculo. Fue, además, un fin de semana de gloria para Specialized, que monopolizó los podios con Victor Koretzky, Sina Frei y Laura Stigger. La duda es si esa hegemonía podrá repetirse o si veremos un guion diferente.
Un recorrido que no perdona despistes
El circuito de Mt. Van Hoevenberg no es el más exigente del calendario en lo técnico ni en el desnivel, pero precisamente por eso multiplica la tensión. Son cuatro kilómetros por vuelta, con un ascenso principal de 90 metros, una bajada prolongada y varias rampas intercaladas que rompen el ritmo. No hay secciones extremas de raíces o rocas, y esa sencillez relativa suele desembocar en carreras compactas, marcadas por los ataques al límite y por finales que se deciden al esprint. Es el ejemplo perfecto de esos circuitos más rápidos, fáciles y menos duros que es están buscando en la Copa del Mundo para conseguir carreras más igualadas.