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  • 7 de Julio de 2017

Marin Wolf Ridge, probamos el unicornio del MTB

No necesita bloqueo trasero y pedalea mejor que muchas trail. Pero tiene 160mm y baja como una mini-DH. ¿Magia?

La Marin Wolf Ridge es una bicicleta que ha dado y dará que hablar. Uno de esos modelos que aparecen cada mucho tiempo capaz de romper las reglas de juego establecidas. De hecho, podríamos decir que hace muchos años que no nos encontramos con un modelo tan peculiar.

Su corazón es el sistema de suspensión Naild R3ACT – 2Play diseñado por Darrell Voss y que también emplea la marca Polygon. La firma indonesia lo hace con una bicicleta de 27,5” mientras que la californiana Marin ha optado por las 29” en su Wolf Ridge.

¿Qué es la Marin Wolf Ridge? Por recorrido, 160mm con 29”, entra de lleno en la definición de bicicleta de enduro, dentro del segmento más extremo de este tipo de bicicletas. Pero su comportamiento a la hora de pedalear le abre el camino del segmento trail, y su impresionante capacidad de absorción en bajada podría situarla como una bici de DH ligero. ¿Cómo es capaz de hacer todo eso?

Una silueta inconfundible para la Marin Wolf Ridge

Una silueta inconfundible para la Marin Wolf Ridge

Continúa tras los patrocinadores



El sistema Naild R3ACT – 2Play funciona tan bien que no necesita de un amortiguador con bloqueo o de un modelo especialmente avanzado para rendir a un altísimo nivel

Nos bastaron los 500 metros de asfalto en subida realizados tras coger la bicicleta de la carpa de Marin para saber que la Marin Wolf Ridge es una bicicleta particular. La primera sensación al pedalear en subida con ella fue que llevábamos la suspensión trasera con el amortiguador bloqueado, dado que el movimiento de la rueda era nulo y el aprovechamiento de nuestra fuerza total. Sólo el peso elevado nos recordaba que estábamos sobre una enduro. Al mirar al amortiguador y comprobar que éste no tenía ni siquiera bloqueo, y que se trataba de un modelo bastante sencillo, la sorpresa fue mayúscula. De acuerdo, su capacidad para pedalear no tiene nada que envidiar a ninguna trail ligera, e incluso algunas dobles de XC, salvando las diferencias de peso y posición.

Nuestra primera elección fue llevarla al bike-park, a por bajadas de 20 minutos con saltos, pasarelas, peraltes, dobles y casi 9km consecutivos de diversión absoluta. El primer salto del recorrido y los dos primeros peraltes te colocan una sonrisa en la cara. La Marin Wolf Ridge muestra un aplomo impresionante. Una precisión absoluta a la hora de trazar y, sobre todo, una capacidad de absorción más cercana a una DH que a una trail. Realmente da la sensación que jamás acabarás el recorrido de la suspensión y que nunca harás tope. No importa lo alto que saltes o lo rápido que afrontes esa recta repleta de agujeros en la que no tocas freno. Tanto es así que con ella marcamos los tiempos más rápidos en casi todos los segmentos de las bajadas realizadas en descensos por los que habíamos rodado con la flor y nata del trail y algunas enduro.

Marin Wolf Ridge

A pesar de lo aparatoso del sistema, todo el peso está muy centrado y bajo, un gran acierto

Marin Wolf Ridge

Las vainas elevadas se dejan notar. Un símbolo del pasado que recuperan para este sistema de suspensión

No hay que olvidar que además es una 29er, con lo que ello supone. Ruedas grandes y 160mm de suspensión dan para mucho. Especialmente con el tipo de funcionamiento que aporta el sistema Naild R3ACT – 2Play y que se combina con una efectividad pedaleadora pasmosa para una bicicleta de este recorrido. En definitiva, la suspensión logra que la rueda esté siempre pegada al suelo, hasta el punto de poder sacar provecho al sobrepasar los obstáculos, impulsándonos con ellos. Nuevas posibilidades de conducción

Realmente es un comportamiento difícil de explicar si no lo pruebas en persona, porque no encontramos modelo con el que compararla. Ni siquiera Marin lo encuentra, puesto que en su propio catálogo la clasifica en la categoría de “inclasificable”. Todo un unicornio del MTB. Pero, ¿quién quiere un unicornio? La Marin Wolf Ridge, y en general las bicicletas equipadas con el exótico, enrevesado y a la vez genial sistema de suspensión Naild R3ACT – 2Play pueden tener su propio enemigo en casa. Simplemente representan un concepto de bicicleta que cuesta clasificar, en un mundo donde la especialización de las disciplinas parece la clave a la hora de lograr ventas. ¿Es una DH ligera? ¿una enduro pesada? ¿una trail con mucho recorrido? Una bicicleta capaz de tantas cosas que puede tener problemas para apuntar a un tipo de usuario en concreto. El peso es su punto débil para subir y lo único que nubla un poco sus enormes cualidades a la hora de pedalear. Aún así, con unos 13,2kg para la versión que probamos (la Wolf Ridge 9, por encima tiene un modelo aún mejor equipado), no podemos decir que es pesada si tenemos en cuenta su recorrido y equipamiento.

Ni siquiera Marin sabe cómo clasificar a este modelo dentro de su catálogo

Marin Wolf Ridge

Aquí está la magia con un sistema que permite desplazarse al basculante siguiendo la guía del cilindro interno que tiene

Marin Wolf Ridge

La bieleta que acciona el amortiguador

Marin Wolf Ridge

Detalles del sistema Naild R3act

Todo ello sin hablar de su presencia estética, peculiar como poco. También está por ver el mantenimiento que necesita todo su sistema y la durabilidad a largo plazo, algo que sólo el tiempo dirá. Además, la configuración del sistema obliga a un diseño muy concreto para la bicicleta algo que restará imagen de marca a las firmas que lo adoptan, puesto que cualquier marca que lo use verá como sus modelos tienen un parecido muy grande con los de otras compañías.

El usuario más orientado al DH no sabrá valorar su enorme rendimiento cuando le das a los pedales y el usuario trail preferirá una bicicleta más ligera con la que mover menos peso en las subidas. Eso sí, no hay ninguna duda que la Marin Wolf Ridge es la bicicleta que mejor pedalea con la suspensión abierta de todos los modelos de 160mm de recorrido del mercado. Tanto como para no necesitar bloqueo o ajuste específico de compresión. Y con una cinemática tan peculiar que es capaz de funcionar y rendir a altísimo nivel con amortiguadores alejados de la gama alta. Algo con un enorme mérito en un mundo donde muchos sistemas de suspensión tienen que apoyarse en ajustes específicos del amortiguador para tapar ciertas carencias.

Sus formas son peculiares, pero todo está resuelto de forma exquisita en el cuadro.

Sus formas son peculiares, pero todo está resuelto de forma exquisita en el cuadro.

La Marin Wolf Ridge es la bicicleta que mejor pedalea con la suspensión abierta de todos los modelos de 160mm de recorrido del mercado

Si pedalea tan bien, ¿por qué no hacer una versión con menor recorrido y menos peso para atacar al sector trail? Pues porque el diseño de la suspensión solo logra esas enormes cualidades en configuraciones de largo recorrido. Por ahora, no ha habido forma de replicarlo en modelos de corto recorrido.

Por lo demás, los acabados de la Marin Wolf Ridge están a la altura de la expectación que el modelo genera. Carbono muy bien trabajado y aluminio en las bieletas. Destaca de su diseño el uso de vainas elevadas, un concepto del pasado que parece cobrar vida de nuevo. A pesar de ese diseño no hemos notado falta de rigidez en la parte trasera, y es que las dimensiones del basculante son más que considerables.

Marin Wolf Ridge

Detalle del basculante con vainas elevadas

Marin Wolf Ridge

Pipa de dirección corta y guiado de cables con topes de aluminio

En su geometría también se ha realizado un importante esfuerzo. Bajo el título de “Biometric Geometry” se presentan unos números arriesgados pero en línea con las tendencias actuales. 66,5º de ángulo de dirección y 435mm de vainas son sus datos más llamativos. Unido a un pedalier situado en posición bastante baja, que otorga aún más estabilidad a alta velocidad. Nada que objetar.

Echamos de menos la posibilidad de montar un portabidón, más aún en una época donde se busca la integración de portabidones e incluso zonas para llevar herramientas y recambios para permitirnos salir sin mochila en muchas salidas. El guiado de cables está especialmente trabajado, circulando por dentro del basculante en la parte trasera y con topes de aluminio para asegurarse que no hay movimientos indeseados.

No hay espacio para portabidón

No hay espacio para portabidón

Matt VanEnkevort es el CEO de Marin Bikes, una marca que lleva en el mercado desde 1983 y que tiene una historia emblemática. Él, con una amplia visión de la evolución del MTB, nos explica cómo ven la Wolf Ridge. «He estado montando en MTB desde mi primera bicicleta rígida en 1983, mientras que los responsables de Naild –Darrell Voss es todo un veterano de la industria- están en el deporte desde antes que el aluminio fuese una elección para los cuadros. Aquellos que llevan tanto tiempo en esto como nosotros han podido ver la evolución desde las rígidas, la suspensión delantera o la doble suspensión. Si puedes tener más recorrido sin una gran penalización de peso o efecto negativo en el pedaleo, ¿por qué no ibas a tenerlo? Marin y Naild han combinado fuerzas para poder tenerlo todo, sin trucos con la compresión del amortiguador o bloqueos. Todo se basa en una cinemática superior y en visión de futuro. Creo que el sistema Naild cambiará para siempre la forma en que valoramos una bicicleta por su recorrido.»

El propio Darrell Voss explica un poco el camino recorrido para llegar aquí. «Para Naild es un honor trabajar junto a una marca legendaria como Marin. La tecnología Naild ha estado desarrollándose durante más de una década en silencio.» En total, la Marin Wolf Ridge tiene 5 años de desarrollo  sus espaldas antes de poderse lanzar.

Es complicado plasmar su funcionamiento y aquellos que podáis probarla no perdáis la oportunidad de rodar con una bicicleta que se sale de las reglas establecidas.

La Marin Wolf Ridge es un modelo excepcional, con un comportamiento que sorprende, totalmente inesperado tras su aspecto visual. Falta saber si será capaz de encontrar su lugar en el mercado, porque tener un unicornio es original, pero no siempre es lo más práctico. Eso sí, las virtudes del sistema Naild R3ACT – 2Play son indiscutibles y la Marin Wolf Ridge es la candidata perfecta a recuperar aquella época del pasado en la que con una sola bicicleta se podía hacer un DH y una ruta. Es complicado plasmar su funcionamiento y aquellos que podáis probarla no perdáis la oportunidad de rodar con una bicicleta que se sale de las reglas establecidas.

Si estás interesado en ella ahora mismo lo tendrás un poco difícil para hacerte con una puesto que la marca no tiene distribuidor en España a día de hoy, aunque sí planes para volver a tener presencia en nuestro país.

Más imágenes Marin Wolf Ridge

El cilindro del interior del basculante, que hace de guía en el movimiento del sistema

El cilindro del interior del basculante, que hace de guía en el movimiento del sistema

El guiado de cables interno no es un trabajo fácil en este diseño, pero está muy conseguido

El guiado de cables interno no es un trabajo fácil en este diseño, pero está muy conseguido

Otro detalle del guiado de cables

Otro detalle del guiado de cables

Anclaje de la pinza trasera

Anclaje de la pinza trasera

Un diseño peculiar

Un diseño peculiar

Probamos el modelo Marin Wolf Ridge 9, habiendo otro por encima en cuanto a equipamiento (mismo cuadro)

Probamos el modelo Marin Wolf Ridge 9, habiendo otro por encima en cuanto a equipamiento (mismo cuadro)

Carbono muy bien trabajado por parte de Marin

Carbono muy bien trabajado por parte de Marin

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