Machines Made for Racing, un repaso a la historia de MMR

Situada en Avilés, actualmente cuenta con unas instalaciones modernas y eficientes capaces de sostener su crecimiento en el futuro

En ese primer momento MMR empezaba desde una pequeña nave en Avilés y con solo 4 trabajadores. Los primeros pasos de la marca que dio su primer gran salto cuando se mudó a una nueva nave en la que poder consolidar el crecimiento de los años siguientes. Unas instalaciones modernas en las que se diseñan y montan todas las bicicletas MMR y que fueron diseñadas al detalle para afrontar las demandas del mercado actual. Hoy en día su plantilla se ha multiplicado y en ella encontramos a nombres ilustres como el de Chechu Rubiera, ex corredor de carretera y uno de los responsables de desarrollo de producto en la actualidad.

MMR está completamente centrada en el mercado nacional aunque, en buena parte gracias a la imagen internacional proyectada por su potente equipo de XCO, no le han faltado consultas sobre su posible implantación en otros países. De la misma forma, hasta el momento se mantiene completamente fiel a su política de venta en tiendas, obviando el canal online en favor del trato más cercano y el cuidado del producto que suele aportar la tienda física. Un paso histórico, y una muestra de la confianza en sus productos, se produjo en el inicio de este 2019. MMR cambiaba su política de garantías pasando a ofrecer garantía de por vida al primer comprador de sus bicicletas en todas las gamas de producto de la compañía.

La Kenta y la Rakish han servido a MMR para adentrarse en la gama media y alta con montajes muy competitivos en precio

En cuanto a su catálogo, es evidente que conocen a la perfección la demanda de bicicletas en nuestro país. Los modelos rígidos de 29″ ocupan la mayor parte de su oferta de mountain bike con hasta 7 bicicletas diferentes. La MMR Woki 29 es su modelo super ventas. Una 29″ sólida y accesible en precio con cuadro de aluminio y transmisión 2×11. Aunque su buen trabajo en el mundo de la competición, donde siempre han estado presentes, ha hecho que MMR crezca, y mucho, en el segmento de gama alta. Su modelo estrella entre las rígidas, la MMR Rakish, puede presumir de uno de los mejores montajes en su gama de precio. Aunque fue la llegada de la doble suspensión MMR Kenta, hace ya cerca de 2 años, lo que impulsó de forma definitiva su apuesta por la gama alta. Una bicicleta creada con el feedback directo de sus corredores y que ha supuesto un éxito de ventas para MMR.

Tampoco han dado la espalda a las eléctricas y, por ahora, disponen de la MMR Bolt, una rígida de carbono con motor Bosch Performance Line CX 25. Una línea de producto que a buen seguro crecerá en el futuro más cercano.

Su equipo de competición tiene un impacto mundial a pesar de ser una marca que centra sus ventas en España

Su apuesta por un equipo de competición de talla internacional es una de las señas de identidad de la marca. Si bien es complicado establecer una relación entre la inversión en competición y las ventas directas, lo que es indiscutible es que el equipo ha permitido a MMR situarse en el mapa de marcas más conocidas rompiendo una barrera de entrada con el público que es difícil de franquear frente al poder de marketing de las grandes marcas. En esa línea, el conjunto cuenta con una imagen impecable y este año han estrenado un nuevo camión que no tiene nada que envidiar a los empleados por los mejores equipos de XCO del planeta.

Cuentan con una medalla de bronce olímpica en su historia como marca

También pueden presumir de ser una marca que ha ganado una medalla olímpica. Carlos Coloma obtuvo su bronce olímpico conduciendo una MMR Rakish en 2016.

MMR es una marca nacional que ha sabido crecer de forma sostenida y constante, con un catálogo lógico enfocado a nuestro mercado y con una cuidada imagen de marca asociada, como pocas, al mundo de la competición. Los buenos precios y la apuesta por las tiendas completan una filosofía que ha llevado a MMR a su saludable situación actual.