Dinero a cambio de información, el nuevo paso en la búsqueda de motores de la UCI
Las personas que ofrezcan información sobre el potencial uso de motores en el ciclismo recibirán una «recompensa» por parte de la UCI después de que la propia organización haya dado un salto más en la persecución de este tipo de fraudes. La propia UCI sigue describiendo este problema como “una amenaza significativa… a los estándares de integridad del deporte.»
Continúa tras los patrocinadores
Hasta ahora solo se ha detectado un caso de doping tecnológico
La años que la UCI se enfrascó en la búsqueda del dopaje tecnológico, en parte a raíz del aumento de los rumores sobre su uso en el ciclismo profesional. Ha implantado diferentes protocolos para la detección de motores en las bicicletas y es habitual ver a los comisarios equipados con una tablet y un sistema para escanear, «in situ», las bicis de los deportistas antes o después de la competición. Por ahora el caso más destacado de dopaje tecnológico lo protagonizó una corredora de ciclocross en 2016. De hecho, Femke van den Driessche ha sido la única corredora sancionada por ese motivo.
En un comunicado, la UCI ha anunciado su siguiente paso en este sentido dentro del Programa de Recompensas por la Lucha contra el Fraude Tecnológico: «tiene como objetivo animar a las personas que puedan poseer información crítica pero que se muestran reacias a presentarse, proporcionando así una herramienta adicional para que la UCI aborde los intentos graves de defraudar a la comunidad ciclista«.