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  • 26 de Enero de 2021

Fox Live Valve, probamos las suspensiones electrónicas y automáticas

EL Fox Live Valve tiene sensores de movimiento, acelerómetros, micro procesador, batería... Es lo más tecnológicamente avanzado que puedes encontrar en el MTB. Todo para que te olvides de las suspensiones y te centres en rodar.

Fox ha creado el sistema para que nos olvidemos de las suspensiones y estemos totalmente concentrados en «pilotar»

Es lo más tecnológicamente avanzado que existe en el MTB. Ni GPS, ni cambios inalámbricos, ni potenciómetros… No hay nada en el mercado con un nivel de tecnología tan elevado como el sistema de suspensiones electrónicas Fox Live Valve. Su misión es simple: hacer que nos olvidemos de la suspensión y nos centremos en disfrutar de los senderos. Es un sistema que automatiza el ajuste de la suspensión según sea el terreno. Un producto que ha sido uno de los tests más interesantes que hemos hecho y que plantea infinidad de preguntas. ¿Cómo funciona? ¿Qué hace falta? ¿Cuánto pesa? y sobre todo.. ¿vale la pena? Todo eso, y mucho más, vamos a intentar aclarar tras más de 6 meses empleándolo.

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Test suspensiones electrónicas Fox Live Valve

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En el mundo del motor el Fox Live Valve ya se ha hecho un hueco

Bien, el sistema de suspensiones Fox Live Valve añade una serie de componentes electrónicos a suspensiones convencionales de Fox de forma que pasan a ser ajustadas de forma automática según el terreno por el que rodamos. Es una forma de olvidarnos de bloquear y de saber que la suspensión siempre trabajará de forma óptima en cada situación. Es una tecnología que ha revolucionado el mundo del motor, de donde es originaria, y que ha supuesto un antes y un después en vehículos como los buggies. Una forma económica, para los costes de material que se mueven en ese mundillo, de llevar estos vehículos a otro nivel, como pudimos comprobar en persona en nuestra visita a la central de Bicimax en Portugal.

Fox Live Valve, más rodado en el mundo del motor

¿Cómo funciona el sistema Fox Live Valve?

Hay dos sensores, uno en el cuadro y otro en la horquilla, más un tercer sensor en la propia centralita

El sistema Fox Live Valve cuenta con 2 sensores, que son acelerómetros que miden la velocidad de movimiento vertical. Uno ubicado en la horquilla, detrás de su puente, y otro en la parte trasera del cuadro, al final de la vaina del freno y cerca del eje de la rueda. Estos van conectados con cables a la centralita, que es el cerebro del sistema, y que Fox denomina controlador. En ella tenemos un micro procesador para gestionar toda la información que recibe de los sensores y la batería, de 7,4 voltios, que alimenta a todos los componentes electrónicos. También incluye un tercer sensor, en este caso un acelerómetro de 3 ejes, que se utiliza para saber la inclinación de la bicicleta y así saber si estamos subiendo, bajando o llaneando. Además, gracias a la información combinada de todos ellos también puede saber si estamos en el aire, en pleno salto. En la centralita también encontramos los botones de encendido, ajuste del modo de funcionamiento y varios leds informativos para diferentes funciones.

Fox Live Valve

Sensor de la horquilla

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Detalle del amortiguador con el depósito piggyback

Tanto la horquilla como el amortiguador tienen un sistema capaz de hacer ajustes en solo 3 mili segundos

El último componente del sistema Fox Live Valve lo encontramos en las propias suspensiones. Cada una equipa un sistema de válvula magnética junto con un solenoide que es el encargado de abrir y cerrar el circuito de compresión a baja velocidad según se lo indique la centralita. Las suspensiones en sí son totalmente normales, idénticas a las Fox tradicionales. En la horquilla tan solo se cambia el top cap, mientras que en el amortiguador la integración es un poco más aparatosa, puesto que requiere un depósito separado, conocido como “piggyback” para albergar el sistema que controla el comportamiento de la suspensión.

Bien, los sensores son capaces de leer el terreno hasta 1000 veces por segundo. Y hacer ajustes a la suspensión en solo 3 mili segundos. Para que entendamos lo rápido que ajusta la suspensión, 3 mili segundos es 100 veces menos de lo que tardas en pestañear.

Fox Live Valve

La batería se puede cargar montada o desmontada del cuadro

Fox Live Valve

Conector micro USB para la carga

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Fácil de desmontar

Fox Live Valve

El sistema de fijación es simple y efectivo

La batería tiene una autonomías de 15 a 20 horas aproximadamente

En cuanto a su batería, se carga con un cable con entrada micro-USB. Se puede hacer con la centralita instalada en el bici o desmontándola y cargándola por separado. Tarde de una hora y media a 2 horas en cargarse completamente. Si la batería está agotada y tenemos que salir, con una carga de solo 15 minutos podremos hacer una salida de unas 2 horas sin problemas. Con la batería totalmente cargada tendremos autonomía para hacer entre 15 y 20 horas de MTB, dependiendo del tipo de terreno por el que nos movamos. Para reducir su consumo es aconsejable apagarla manualmente cuando acabamos la salida, aunque si no lo hacemos a los 90 minutos de inactividad se apagará automáticamente.

Al encender la centralita lo primero que veremos será el nivel de batería que nos queda, representando el nivel de carga con las 5 luces led principales. Si queda poca batería hay otro led informativo que parpadeará dos veces seguidas en color rojo para informarnos de ello. ¿Qué pasa si nos quedamos sin batería en mitad de una salida? Pues que el sistema se apaga y deja las suspensiones abiertas, así que puedes seguir la ruta sin problemas.

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Las suspensiones empleadas son «normales». El único cambio es el añadido en ambas para controlar el circuito de compresión a baja velocidad

El sistema Fox Live Valve se puede usar con prácticamente todas sus horquillas: desde la 32 Step-Cast a las 36. En el caso de los amortiguadores son algo más “especiales” porque requieren ese depósito adicional piggyback para funcionar. ¿Puedes instalar suspensiones Fox Live Valve en cualquier bici? La respuesta es No. El cuadro tiene que estar preparado para albergar el sensor necesario, la centralita y todo el cableado, así que solo lo podemos usar en bicicletas que lo traen de serie o que ya están preparadas para ello. De hecho, cada modelo que lo equipa cuenta con un sistema Fox Live Valve configurado específicamente para esa bicicleta. Ahí las marcas pueden jugar con diferentes valores y configuraciones por defecto del sistema. Fox ha tomado una posición muy conservadora en ese aspecto y no deja que el usuario pueda configurar aspectos del sistema de forma manual, algo que sí puede hacer la marca cuando lo solicita o incluso servicios técnicos oficiales.

El sistema necesita una calibración inicial, que ya viene hecha de serie en todas las bicicletas que lo montan, y que solo deberemos volver a hacer en caso de desmontar y montar los sensores o en caso de cambiar el recorrido de las suspensiones.

Fox Live Valve

Top cap especial para la horquilla

Fox Live Valve

El sensor del cuadro

Fox Live Valve

A prueba de agua

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Entre todo y contando que nos ahorramos el mando de bloqueo, el Fox Live Valve solo supone un incremento de peso de unos 150 gramos

Por lo demás, el ajuste de las suspensiones es el mismo que con suspensiones sin Fox Live Valve. El SAG y el rebote se ajustan de la misma forma. Lo único que podemos ajustar del Fox Live Valve es el umbral de activación de la suspensión al recibir un impacto. Es decir, la intensidad del impacto que necesita el sistema para abrir la suspensión. Es un ajuste que tiene 5 niveles diferentes y que podemos hacer con el botón de modo de la propia centralita. Al apagarla y volver a encenderla siempre tendremos el sistema con la misma última configuración que hayamos hecho.

Un tema importante. El peso. La batería pesa 72 gramos, la centralita y el cableado 104 gramos y el sistema de solenoides que se añade a amortiguador y horquilla incrementa el peso en unos 25 gramos en la horquilla y alrededor de los 75 gramos en el amortiguador. Todo ello dependiendo del modelo. En total añadimos a la bici algo menos de 300 gramos. Pero eliminamos el mando de bloqueo remoto, que pesa unos 72 gramos en el caso del Fox de dos posiciones, y las dos fundas y cables que lleva, lo que tiene un peso aproximado de 60 a 80 gramos, dependiendo de la longitud. Así que al final el peso adicional del sistema quedaría alrededor de los 150 gramos. Algo de sobra asumible.

Fox Live Valve

Fox Live Valve

fox_live_valve_07

La unidad de control y la batería. Un botón para encendido/apagado y otro para el modo, así de simple

Al activarlo la suspensión queda bloqueada por defecto, hasta que encuentra una irregularidad

Simplificándolo mucho el sistema Fox Live Valve hace lo mismo que puedes hacer con un mando remoto a mano… es capaz de hacerlo cientos de veces por segundo y siempre escogiendo la mejor opción para el terreno por el que ruedas.

De forma más concreta. Por defecto, la suspensión está bloqueada. Cuando recibe un impacto pone en marcha un temporizador a la espera del siguiente impacto para saber si tiene que bloquearse o no. Este temporizador es mayor o menor según la posición de la bicicleta. A partir de ahí el Fox Live Valve tiene 4 comportamientos diferentes en función de la posición de la bicicleta. Os los explicamos.

En subidas bloquea y desbloquea las ruedas delantera y trasera de forma independiente

El primero, cuando estamos subiendo. En este caso la centralita desbloquea las ruedas de forma independiente y solo al recibir un impacto, para bloquearlas inmediatamente después. Eso permite sacar el máximo partido a nuestras fuerzas reduciendo el movimiento de la suspensión únicamente a cuando afrontamos un obstáculo. Además lo hace de forma separada para cada rueda. Por ejemplo, en una subida muy inclinada, sentados, podemos llegar a llevar el 90% del peso sobre la rueda trasera y, al pasar por encima de una irregularidad, esta puede ser prácticamente imperceptible con la rueda delantera al estar tan libre de peso y notoria con la rueda trasera. En esa situación el sistema podría abrir la suspensión trasera pero no la delantera.

Fox Live Valve

Depósito piggyback

En llano y bajadas las dos suspensiones se abren y cierran de forma sincronizada.

En llano. En esta situación la centralita abre y cierra las suspensiones delantera y trasera a la vez, para aportar sensación de equilibrio, y el tiempo que transcurre hasta que decide volver a bloquear el sistema se incrementa, de forma que la suspensión está activa más tiempo en espera de los siguientes impactos. Pero, eso sí, hablamos de tiempos muy cortos, así que si volvemos a pedalear y el terreno es liso siempre lo haremos con las suspensiones ya bloqueadas. Os recordamos ese tiempo de cambio de ajustes que tiene el sistema de solo 3 mili segundos.

Bajando las suspensiones delantera y trasera también se abren y cierran de forma sincronizada y aquí el temporizador es aún más largo antes de entrar en el modo de bloqueo. Por defecto este modo se activa cuando la pendiente es mayor a 6 grados, aunque es un parámetro configurable. De la misma forma, si estamos bajando por terreno liso la suspensión se bloquea, dado que no necesita absorber impacto alguno y esto supone todo un cambio radical en la forma de conducir en los descensos. Ya os lo explicaremos en detalle cuando hablemos de las sensaciones en marcha.

Y el último modo. Cuando la bicicleta está en caída libre. Bien puede ser por un salto o por un drop. Cuando la bicicleta empieza a caer la centralita ya se prepara y dejas las suspensiones totalmente abiertas, así que cuando tocamos suelo no existe ninguna sensación de cambio de comportamiento porque las suspensiones ya estaban abiertas desde que estábamos en el aire.

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Con el paso de los kilómetros nos fuimos haciendo más «fans» del sistema. Realmente cumple y sí ayuda a centrarse solo en conducir, gestionando muy bien las suspensiones

Lista la teoría, llega la hora de lo mejor, probarlo. El funcionamiento es simple. Le das al botón de encender y ves el nivel de batería al momento. Con un click en el botón de modo vemos el modo de sensibilidad seleccionado y con otro click seguido podemos ir cambiando el modo. Y listos para rodar.

¿El sistema funciona? La respuesta es un sí rotundo. De hecho, si solo valoramos el funcionamiento es excepcionalmente bueno. En nuestro largo test pasamos del escepticismo inicial sobre si valía la pena tanta tecnología para algo así a ser fans totales del sistema. Al final todo es tan simple como que cuando no hay ninguna irregularidad que venza el umbral de activación la suspensión se mantiene bloqueada. Y eso abre un nuevo mundo de posibilidades a la hora de rodar. Hay situaciones donde podríamos decir que cambia las normas del juego. Por ejemplo, en los senderos con constantes subidas y bajadas ofrece un rendimiento a años luz de lo que podemos lograr con un bloqueo manual. No importa que afrontes un repecho de solo 5 metros, si es liso tendrás la suspensión bloqueada y aprovecharás al máximo tu pedaleo. En los senderos de flow también juega en otra liga. Salir de una curva y poder acelerar al máximo con la bicicleta bloqueada si el terreno lo permite, como decimos, aunque solo sea por unos metros, acaba siendo una gran ventaja fácil de percibir en marcha. O incluso bajando por pistas lisas, al llegar a frenadas fuertes, si no hay baches la suspensión se mantiene firme y aprovechamos mejor la frenada y no echamos el peso tan hacia delante. La propia fuerza de la frenada no comprime la suspensión.

Al final nos encontramos con multitud de situaciones en las que su funcionamiento nos sorprendía y que nos hacía más rápidos y nos permitía aprovechar mejor la suspensión.

El resumen es que sí, cumple lo prometido, y permite olvidarte completamente de las suspensiones y centrarte al 100% en la conducción. Nunca más entrarás a una bajada bloqueado y nunca más perderás energía en la suspensión en lugares lisos, aunque solo sean unos metros.

Fox Live Valve

Top cap especial para la horquilla

Hay veces que nuestra intención es diferente a la lógica del sistema, pero acabaron siendo acciones muy puntuales

Obviamente encontramos alguna situación que quizás no nos gustó, pero que entra dentro de la lógica del funcionamiento de la suspensión. Por ejemplo, cuando estamos en pleno sprint al máximo en una pista lisa y, de repente, atravesamos algún pequeño reguero. Ahí la suspensión cumple su función, se abre y lo absorbe, pero en ese situación concreta el percibir que la horquilla se hunde ligeramente para absorberlo cuando estamos sprintando al máximo de pie sobre los pedales se nos hacía rara. Aun sabiendo que inmediatamente después de pasar la irregularidad volverá a estar bloqueada. En ese caso preferiríamos “comernos” el bache bloqueados, pero es algo que no entra en la lógica de funcionamiento del sistema. O también al realizar algunos bunnyhops estamos acostumbrados a aprovecharnos del hundimiento y recuperación de la suspensión que podemos forzar de forma manual en una suspensión tradicional para impulsarnos, algo que aquí no lograremos si es sobre terreno liso. En cualquier caso, son situaciones puntuales y que no son nada comparadas con la gran cantidad de veces que su funcionamiento nos sorprende para bien.

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Han habido otros intentos de lograr suspensiones automáticas en el pasado. Solo el Brain mantiene el tipo, aunque centrado por completo en el XC

Existen y han existido conceptos similares en el mercado. RockShox y Lapierre sacaron el sistema de suspensiones electrónicas e:i, que acabó siendo retirado por inconsistencias en su funcionamiento y problemas de fiabilidad. Lo más cercano sería el sistema Brain, que en este caso emplea una válvula de inercia para abrir y cerrarse y que, sinceramente, está a años luz del funcionamiento del Fox Live Valve. Aquí es prácticamente imposible percibir la transición entre abierto y cerrado, uno de los puntos menos destacados del Brain. Sin contar la capacidad para leer el terreno que tiene el Fox Live Valve. El Brain ha quedado acotado al uso en bicis exclusivamente de XC, mientras el Fox Live Valve sirve para cualquier modalidad. También es cierto que el peso del sistema Brain es mucho menor que el de un Fox Live Valve.

Cuanto menos eficiente es un sistema de suspensión, más partido saca al Fox Live Valve

El sistema Fox Live Valve no está creado para una modalidad en concreto. Pueden montarlo bicis de XC o de enduro. Pero, ¿que modalidad le saca más partido? Esta sería una discusión larga. Lo que sí os podemos asegurar que cuanto menos eficiente es el sistema de suspensión más ventaja va a suponer usar el Fox Live Valve, porque será capaz de enmascarar la interacción entre pedaleo y suspensión en muchas ocasiones. Así los sistemas monopivote son los que más partido sacarán. Eso podría abrir la puerta a diseños de cuadros aún más simples y ligeros que confíen en el Fox Live Valve para paliar sus puntos débiles en funcionamiento sobre el terreno. En el caso de bicicletas de largo recorrido las ventajas también son claras. Suelen ser modelos que no destacan por sus cualidades a la hora de pedalear y el Fox Live Valve sería un gran aliado para mejorar ese apartado.

Fox Live Valve

Adiós al mando remoto

Despejar el manillar de cables fue una gran alegría que proporciona el Fox Live Valve… aunque añada cableado a otros lugares

En nuestro caso, en uso XC y bike-maraton, solo encontramos un pequeño pero. El amortiguador no contaba con bloqueo firme, sino con un bloqueo blando. Es un tema de configuración interna del propio amortiguador y que Fox aplica en base a los requerimientos del fabricante. En este caso tendría que ser Giant quien solicitase que sus sistemas Fox Live Valve contasen con bloque firme del amortiguador. Sobre el terreno se traduce en que la suspensión trasera tenía un ligerísimo movimiento cuando estaba bloqueada. Repetimos, no es cosa del Fox Live Valve, sino de la configuración interna del amortiguador en si mismo. En cuanto al modo de funcionamiento, empezamos usando el más duro, para ir usando cada vez un modo más suave y acabar usando casi siempre el modo intermedio o el penúltimo más duro, que ofrecía un buen umbral de activación para uso XC.

Un punto que nos encantó es despejar el manillar de cables. Dijimos adiós al mando de bloqueo remoto y sus dos cables. De hecho, si hubiésemos llevado un cambio SRAM inalámbrico solo nos hubiesen quedado los dos latiguillos de freno a la vista. Nos pareció una ganancia estética enorme. Pero a la vez tenemos el punto débil de los dos cables de los sensores guiados de forma externa por el cuadro y la centralita situada de forma más que visible en el cuadro.

Fox Live Valve

Fox Live Valve

El éxito del Fox Live Valve no está solo en manos de Fox. Si las marcas de bicicletas no lo adoptan para sus modelos no tiene forma de expandirse en el mercado

Y aquí entramos de pleno en la barrera más grande que tiene el Fox Live Valve para popularizarse. Que gane terreno en el mercado no depende de Fox. Depende de las marcas de bicicletas. Son ellas las que tienen que crear cuadros preparados para este sistema, o sea, confiar en él para sus modelos de doble suspensión. Las suspensiones Fox Live Valve solo se venden sueltas en kits específicos para los cuadros que lo admiten. O sea, no puedes comprar el kit y montarlo en cualquier bici. Si las marcas no lo adoptan en sus bicis el Fox Live Valve no tiene forma de expandirse en el mercado.

El sistema tiene un sinfín de posibilidades, pero las marcas de bicis tienen que poner de su parte. Por ejemplo, en el tema del guiado de cables de los sensores. Lo ideal sería que el cuadro estuviese listo para que el guiado de cable de los sensores también fuese interno. Incluso se podría crear un compartimento con tapa que ocultase la centralita de la vista e hiciese casi invisible todo el sistema. Algunos os preguntaréis, ¿por qué no lo hacen todo sin cables? En primer lugar porque dada la enorme cantidad de información, y lo rápido que es necesaria procesarla, los protocolos de comunicación inalámbricos eran insuficientes en esos apartados en el momento del desarrollo. Y por otro porque se necesitaría dotar de baterías independientes también a los sensores, aumentando el peso y complicando el uso y la integración en el cuadro.

Fox Live Valve

Fox Live Valve

Fox ha tomado una posición muy conservador y no permite al usuario hacer cambios en la configuración de forma simple

Por parte de Fox echamos en falta que no hayan abierto las opciones de configuración del sistema de cara al usuario. Nos imaginamos una app en el smartphone que nos permitiese jugar con todos los parámetros posibles de su sistema. Pero, de hecho, ni siquiera tiene conectividad Bluetooth o de cualquier otro tipo más allá de la conexión del cable micro-USB. Curiosamente ya han lanzado una versión específica para ebikes y en ella sí que tienen conectividad Bluetooth, app para el móvil y posibilidad de ajustar más parámetros. Algo que echamos en falta en esta versión. Y puestos a pedir, que el sistema no solo ajustase la suspensión activándola o desactivándola, sino que también pudiésemos determinar diferentes niveles de compresión según el punto del recorrido en el que estamos en cada modo. Por ejemplo, que cuando la bicicleta estuviese subiendo y se activase la suspensión la compresión a baja velocidad estuviese más cerrada que cuando estamos bajando. Aunque eso ya entra en parte en el terreno de la ciencia ficción.

Por último, el precio. El Fox Live Valve es un producto de gama alta. Por haceros una idea supone alrededor de 2.000€ de sobre coste en el montaje de una bicicleta. Y aquí nos vamos a otro tema. Este tipo de productos son los que dan valor a bicicletas de gama alta. A día de hoy nos parece una locura ver bicicletas de 9 o 10.000 € que apenas tienen más tecnología que modelos con el mismo cuadro y la mitad de precio. Este tipo de tecnologías y componentes si son diferenciales y sí ayudan a justificar precios tan elevados.

Fox Live Valve

A prueba de agua

Es un sistema realmente diferenciador y capaz de dar valor a modelos de gama alta. Su funcionamiento engancha pero tiene un camino difícil para ganar usuarios

En resumen, con el sistema Fox Live Valve te puedes olvidar completamente de las suspensiones. Su funcionamiento es el gran argumento de su existencia. Gracias a él hay muchas situaciones en las que nos sentimos y somos más rápidos. Sus ventajas son especialmente notorias en las bicicletas con sistema de suspensión más simple y menos eficiente. Tendrás la bicicleta bloqueada siempre que le puedas sacar partido a ello, aunque sea solo para unos metros. Es fiable, tan fácil de usar que es encender y olvidarse y apenas supone 150 gramos más de peso. Además nos elimina dos cables del manillar, aunque nos añade los de los sensores por el cuadro y la propia centralita. Es caro, pero es un elemento que serviría para justificar el elevado precio de las bicicletas de gama alta. Realmente es una tecnología diferenciadora respecto a modelos más económicos y no un “más de lo mismo” con un poco menos de peso, que es lo que solemos encontrar en las bicicletas de gama más alta. Por funcionamiento lo vemos como el futuro de las suspensiones en MTB, aunque precisamente su futuro no está en las manos de Fox, sino en las de los fabricantes de bicicletas.

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