Un año más (y quien me lo diría) vuelvo a estar en el Iron Bike. Esa carrera en la que las pasas tan «putas» que cuando estás en ella te prometes una y mil veces que no volverás, pero que cuando estás en casa, a los dos días de llegar, ya estás mirando en que fechas cae para el año siguiente.
Aún así, este año he estado más cerca que nunca de quedarme en casa por lo problemas físicos que he ido arrastrando toda esta temporada. Pero al final aquí estoy, en Entrancque después de disputar el prólogo y pensando en la primera etapa en línea de mañana.
El viaje ha sido diferente al de otros años. De venir en caravana y tener cierta independencia en cuanto a comida y «techo» a hacerlo con tienda y todo pendiente de la organización… hay un mundo. Si hasta tenemos masajista! Fátima Blázquez nos cuidará estos días.
Tardamos lo suyo en llegar, tragándonos las típicas caravanas de verano en los peajes abusivos de las autopistas francesas.
Hoy ha tocado el prólogo, que como no podía ser de otra forma, es estilo Iron Bike, es decir, nada que ver con lo que se hace en ningún otro lado. Se hacen dos grupos, que compiten en un recorrido de unos 8km, y los 20 mejores tiempos (independientemente de que grupo sea, los tiempos son globales), participan en la final, que son 3 vueltas a un recorrido urbano.
Los paisajes son brutales. Da gusto volver a ver estas montañas. Lo echaba de menos. El recorrido de la primera prueba ha ganado en dureza. Unos paredones de aupa para empezar a sufrir y a pensar en lo que nos espera.
la carrera en si ha ido muy bien. En la primera prueba he marcado el mejor tiempo con 1 minuto de ventaja más o menos. Y en la final, ,he podido ganar con 14 segundos de ventaja. No podía ser menos para un rallyero de entrenos de una hora y media a muerte cada día. Mañana será otra cosa. Además el nivel ha subido respecto a anteriores ediciones. Tenemos a Fojtik, segundo en la Titan Desert de este año, y ganador de dos Iron Bike. Sibl, otro checo, ganador de tres ediciones del Iron Bike. Trunscka, también checo (que pesadillaaaa, que les dan de comer), segundo el año pasado, y ganador si no se hubiese perdido. Rostagno, ganador del año pasado. Sergio Barbero, exprofesional italiano con un Tour y un Giro a sus espaldas. En fin, que no son cojos.
Este año el recorrido es aún más duro. Cuesta creer, pero ya lo veréis con los datos que iré poniendo día a día de cada etapa. Mañana serán 80km, y unos 300o metros de desnivel. Un día suave para lo que nos espera.
También hay pequeños problemillas nada más empezar… un radio roto, el pulsómetro que se me desmonta… pero nada grave!
Por Ismael Ventura