Geometría ARC8 Evolve
Ángulo de dirección de 68º, algo poco habitual en una rígida de carbono 29″
Entramos en sus números. La aplicación de la receta de la geometría moderna ha sido uno de los pilares en sus bicicletas. Incluso en una rígida de XC. De ahí su ángulo de dirección de 68º, algo que vemos en modelos de doble suspensión, pero no tanto en rígidas. El ángulo de sillín también es bastante marcado con 74º. Las vainas se han mantenido compactas con 430 mm (aunque el paso de rueda es algo justo en vainas) y el tubo de dirección tiene una medida adaptada a cada talla, con 100 mm en la talla M, ideal para no necesitar una potencia con mucho ángulo negativo. El reach es amplio con 445 mm en una talla M, así que se deberá combinar con potencias relativamente cortas para la disciplina.

En marcha con la ARC8 Evolve
Adiós a la reactividad máxima del ángulo de dirección cerrado subiendo. Hola a la seguridad adicional bajando a alta velocidad
La ARC8 Evolve sorprende en las primeras pedaladas por dos cosas: su rigidez global y su feeling, algo alejado a lo habitual en bicis rígidas de XC. Esta segunda sensación proviene, principalmente, del ángulo de dirección relajado por el que han optado y que mata de un plumazo la habitual sensación de reactividad en la parte delantera de las bicis de XC más clásicas. Una sensación que suele agradecerse subiendo… pero que poco aporta bajando.
En los ascensos se necesita cierto tiempo de adaptación a la posición si vienes de una geometría tradicional, pero nada que no se resuelva en unas cuantas horas de riding. El manillar, ligeramente elevado, también la aleja algo del concepto de XC más puro. A la hora de apretar con fuerza a los pedales todo está en su sitio. Rigidez sobrada en todos los puntos del cuadro.