Andorra es el país de los Pirienos. Una pequeño enclave rodeado de montañas que durante todo el año rebosa actividades realizadas con el entorno natural de que dispone. Los Andorra Outdoor Games se han estrenado este año en el calendario con el objetivo de unir a los practicantes de estos deportes al aire libre en un fin de semana repleto de acción y de competiciones para todos los gustos.
El centro neurálgico de la prueba se ha ubicado en la cota 2000 de Naturlandia, punto donde confluían todas las competiciones celebradas.
Durante dos días podías optar por correr por los impresionantes paisajes que envuelven este paraje natural de alta montaña, realizar un duatlon cross, un exigente triatlon, descubrir este área del Pirineo sobre una BTT o escalar los míticos puertos de la Gallina y la Rabassa sobre una bicicleta de carretera. En total más de 1.000 participantes entre las diferentes pruebas para arrancar con energía esta primera edición de los Andorra Outdoor Games.
Dos distancias para las pruebas de mountain bike
En la modalidad de MTB se había programado dos pruebas. Una de 50km y otra, para los más atrevidos, de 90km y con cerca de 3.000 metros de desnivel.
Ambos recorridos compartían características. Con la salida a 2.000 metros sobre el nivel del mar la altitud iba a ser un factor de dureza extra en los dos trazados. La mayoría del trazado discurría por pistas en buen estado, que ayudaban a mantener un buen ritmo a pesar de que no había terreno llano donde rodar con facilidad.
En el caso de la versión de 90km los bikers se encontraron con un largo tramo de trialera de piedras en la kilométrica última bajada del trazado que enviaba a los participantes hacía la última subida de la competición. Sí, la prueba iba de menos a más dureza puesto que en los últimos 10km los bikers debían pasar de los 1.100 metros de altitud de Bescarán a los cerca de 2.100 donde se encontraba la meta. Aún con ello, los trazados propuestos eran, a nivel técnico, accesibles para cualquier biker habitual, y era la dureza física el principal escollo para convertirse en finishers de esta cita. La altura obligaba a regular las fuerzas si se quería llegar entero a Naturlandia y poder disfrutar de la butifarrada que esperaba a todos los bikers en la línea de meta.
El circuito transitaba por lugares como Aransa o Cap del Rec, dentro de un entorno privilegiado y con unas vistas extraordinarias de toda la zona. Pocos de los que lograron completar el circuito largo bajaron de las 4 horas.
Actividades para todos
Sin duda la cita de triatlon, con su complicada natación en el llac de Engolasters, la durísimas ascensión en bicicleta a Naturlandia y el running por plena montaña a más de 2.000 metros fue la actividad estrella de estos Andorra Outdoor Games. También era la prueba con más historia puesto que lleva años disputándose de forma individual.
Para los amantes de la bicicleta de carretera Andorra es un paraíso de puertos de primera. Y se ha convertido en toda una meca de los ciclistas profesionales como lo demuestra la facilidad para encontrarte con ellos entrenando en alguna de las numerosas ascensiones del país. Andorra tiene una tradición de hace años en cuanto a pruebas populares de cronoescalada y en los Andorra Outdoor Games se integraron dos de ellas, la subida a la Gallina y la de la Rabassa. Dos colosos para poner a prueba las fuerzas de cualquiera.
El trail run no podía faltar en el programa y, con dos circuitos, fue otra de las exitosas competiciones organizadas dentro de los Andorra Outdoor Games.
Los deportistas multidisciplinares también tenían otra opción a parte del triatlon. Un duatlon de montaña con dos exigentes tramos de trail-run y un duro recorrido de bicicleta.
Con todas estas se cerró la primera edición de los Andorra Outdoor Games, que a buen seguro repetirán presencia en el calendario de 2016.
Imágenes José Luis Hourcade
