Del XC al bike-maraton. Pero siempre con la idea de ir lo más rápido posible. Este es el campo de batalla de la nueva Olympia F1. Un 29er de carbono que se convertirá en el modelo tope de gama de Olympia para el XC y que no oculta sus pretensiones: ser veloz a cualquier precio.
La fábrica de Piove di Sacco ha creado este modelo a partir del feedback recibido por su potente equipo de competición, especialmente por Daniele Braidot, actual campeón de Italia de XCO, y Leonardo Paez, campeón de Colombia.
Es fácil percibir a simple vista los cambios con la actual Iron, referencia en rígidas en el catálogo de Olympia 2016. Sus «tubos» son más musculosos y no por fines estéticos. El peso del cuadro se queda en 1.050 gramos en talla S. Sin duda alguna su rasgo de identidad está en la pipa de dirección, donde nos encontramos un «agujero» entre la propia pipa y la unión del tubo diagonal y superior. No es algo nuevo, puesto que ya se vio hace años en otra firma italiana, pero en este caso tiene una función muy concreta. Aumentar la rigidez de la parte frontal de la bicicleta de manera exponencial para formar la mejor pareja posible junto a la horquilla invertida RockShox RS1. Con ello se busca compensar las fuerzas que esta horquilla genera, así como adaptarse al uso de manillares anchos, de 700mm, que también propician mayores fuerzas al ofrecer más palanca al piloto.