22 años tiene en la actualidad Jenny Rissveds. 23 tenía, la también en su momento jovencísima Julie Bresset cuando ganó en Londres 2012.
Un registro que será difícil de superar en años venideros. Más aún viendo que la joven generación de corredoras que está tomando el mando del MTB femenino tiene cuerda para rato y llega cargada de talento.
Jenny Rissveds en el podio recibiendo la medalla de oro
La combinación de bicicleta ganadora. La nueva Scott Spark ya es campeona olímpica, y no ha hecho falta que venga Nino Schurter para lograrlo. Jenny mantiene también su fidelidad a las ruedas y neumáticos tubulares. También a las 27,5″, la única en el podio de la prueba a pesar que es una medida de rueda que, a priori, encajaría mucho mejor con las chicas por su menor altura.
También es la única doble suspensión con medalla olímpica. La siguiente doble suspensión en carrera ha sido la Orbea Oiz de Katerina Nash en la 5ª plaza.
Jenny Rissveds y su Scott Spark
Rissveds ha ganado pero, en la mayoría de vueltas la más rápida ha sido Catherine Pendrel. El tiempo perdido en su enganchon de salida ha sido vital. El percance ha ocurrido en el peor momento y se ha visto obligada a remontar casi desde la última plaza, corriendo con mucho tráfico en las primeras vueltas y sin poder seguir el ritmo de nadie. Siempre remontando. La canadiense, por si fuera poco, se ha ido al suelo a pocos metros del final, cuando ya rodaba cómoda en la 3ª plaza. Poco ha faltado para que Emily Batty le robase el bronce, pero Pendrel ha sabido reponerse y llevar a la Orbea Alma 2017 al podio olímpico. Una carrera para enmarcar.
Continúa tras los patrocinadores
La caída que ha puesto en riesgo el bronce de Pendrel en los metros finales
Sí, ya es una tendencia al alza y algo que se acabará extendiendo a todo el XC. Las tijas telescópicas han llegado para quedarse en el cross country. Todos los nuevos cuadros ya están preparados para ellas y es cuestión de que rebajen su peso para que su popularización sea absoluta en esta disciplina.
Tija telescópica de Maja
Las tres marcas de horquillas más populares en el XCO han tenido su trocito de pastel. Rissveds con DT-Swiss, Włoszczowska con RockShox y Fox con Pendrel. Todas podrán sacar pecho en sus próximos anuncios.
Sí, fue campeona del mundo. Pero eso fue en 2010. Desde entonces su último resultado sonado fue la plata del mundo de 2013 o el bronce en los menos disputados Juegos Europeos de Baku. Siempre en buenas posiciones en Copa del Mundo pero igualmente, siempre lejos de la victoria en los últimos meses. La polaca ha hecho la carrera de su vida y ha estado muy cerca del oro olimpico.
Maja Włoszczowska entrando en meta
Entre 2014 y 2015 lo ganó todo. Campeona del mundo de fondo en carretera, de XCO y de ciclocross. Apuntaba a dominadora del deporte, pero 2016 va a ser un año difícil de digerir para la francesa. Estuvo apunto de renunciar a participar en los Juegos Olímpicos, pero finalmente se vio con fuerza de competir. El resultado ha sido un abandono que prácticamente cierra un año para olvidar. Viniendo de lo más alto no será fácil asumir esta temporada. Los problemas físicos la han privado de tener continuidad y muy pocas carreras se salvan de este año.
La actual campeona del mundo no tuvo el día. Lo intentó en la primera parte de la carrera pero nunca llegó a ser una opción de medalla. Por si fuese poco un pinchazo lastró aún más su carrera y acabó 11ª.
Irina Kalentieva (38 años), Gunn Rita Dahle (43 años) y Sabine Spitz (44 años) son tres nombres míticos del cross country mundial. Sería muy largo nombrar todos sus éxitos pero lo que parece claro es que para estas 3 corredoras históricas estos han sido sus últimos Juegos Olímpicos.
Un 6º puesto siempre suena a gran resultado en unos Juegos Olímpicos pero dudamos que Jolanda Neff esté especialmente contenta con esa plaza. La suiza parecía tener medalla cuando se escapó con Rissveds y Włoszczowska, pero se hundió y empezó a ceder posiciones. En Tokio 2020 seguro que seguirá siendo tan favorita al oro como lo ha sido para Rio de Janeiro.
Orbea Alma de Pendrel
Annika Langvad a su llegada
