La longitud de las patillas se puede ajustar en tres posiciones diferentes, de modo que se puedan acomodar sin problemas a cualquier caso o cabeza.
Disponen de 6 pequeñas aperturas entre la lente y la montura para mejorar la ventilación y evitar que se empañen, algo vital en unas gafas de un tamaño tan considerable. En nuestras pruebas no tuvimos problemas de empañado en ninguna circunstancia.
Lentes Prizm, en otra liga
La lente Prizm es la mejor que hemos probado jamás para ciclismo
Estas Oakley Jawbreaker venían equipadas con la nueva lente estrella para ciclismo de la marca, la Prizm. De acuerdo con la teoría su nueva tecnología mejora la visión en determinados ambientes enfatizando los colores, permitiendo ver de forma más clara.
En la práctica son, simplemente, la mejor lente para ciclismo que hemos probado jamás. La mejora de la visión es impresionante, especialmente en situaciones de poca luminosidad, como en el interior de bosques o a última hora del día. Normalmente las lentes simplemente hacían ver las cosas más oscuras, pero las Prizm están en otra división, siendo una gran mejora para la visión.
El diseño amplio y cerrado de las Oakley Jawbreaker las convierte también en una de las gafas más seguras que hemos probado. Será casi imposible que una rama o cualquier elemento salpicado de la rueda delantera logre alcanzar tus ojos o colarse por debajo de las gafas. Un punto positivo extra que refuerza el diseño de grandes proporciones que Oakley ha dado a este modelo. Además se mantienen fijas en su posición independientemente de los movimientos que hagas.
En su uso todo fueron alegrías y tan sólo echamos en falta algo de «acolchado» en la parte final de las patillas, que según en que circunstancias llegaron a molestar un poco al ejercer demasiada presión en la zona donde se apoyan en la cabeza. Aunque no fue, ni mucho menos, nada preocupante.