Tras el prólogo la Absa Cape Epic de este año había programado 4 etapas de más de 100km seguidas. Todas ellas con un perfil similar. Por debajo de los 2000 metros de desnivel acumulado, muchas zonas de rodar combinadas con ascensiones cortas y exigentes en busca de recuperar la fama de prueba de larga distancia que se vio tocada en la edición de 2017. La 4a etapa pone fin a este ciclo de largos días con 111km y 1800 metros de desnivel positivo. Además es considerada la etapa reina, especialmente por encontrarse al final de esa sucesión de largas jornadas. También contaba con más tramos de sendero que las jornadas precedentes. Para poner un poco más de dificultad el viento ha soplado con fuerza en algunos compases de la carrera.
Continúa tras los patrocinadores