Limar gramos a la báscula es una obsesión para muchos bikers.
Escoger el material más ligero y conseguir una bicicleta peso pluma es el objetivo de muchos aficionados, que más allá de la pura práctica del deporte son auténticos «geeks» de los componentes ultra-light.
Para ellos hay toda una galaxía de compañías centradas en la fabricación de piezas ligeras. Casi siempre, con el carbono como protagonista. Tune, Extralite, FRM, AX-Lightness o Schmolke son sólo algunas de las más conocidas.
Tornillería de carbono
Continúa tras los patrocinadores
Ésta última, la alemana Schmolke, cuenta en su catálogo con un producto muy llamativo. Tornillería de carbono. La marca es toda una experta en el tratamiento del carbono y sus componentes son una de las referencias en el mundo ultraligero. Especialmente tijas y manillares.
A través de moldes de alta presión han creado tornillos de carbono usando el material con el que trabajan habitualmente en otros campos, incluyendo la matriz PEEK. El dato más relevante de estos tornillos es que son un 40% más ligeros que los de aluminio.
Fabrican 5 tipos de tornillos diferentes, los más comunes en las bicicletas.
Eso sí, como podéis ver con par de apriete recomentados de 0,8 a 1Nm. Es decir, para ser empleados en lugares muy concretos. Tales como sujetar portabidones, la tapa de dirección, apriete de manetas de freno y cambio o algunas partes de los desviadores. Tienen un procedimiento explicado en su web sobre cómo cortarlos a medida.
Un capricho y un toque de exclusividad que se paga a 6,90€ cada tornillo.
