«Soy el más mayor. Ganar otra vez no será fácil», así afronta Nino Schurter su 23ª temporada
Nino Schurter arranca su 23ª temporada con la mirada puesta en el Mundial de Crans-Montana y la Copa del Mundo de Lenzerheide. Tras una intensa campaña olímpica, se ha centrado en recuperar energías y afinar su preparación con nuevos tests de rendimiento.
23 temporadas en la élite mundial
A sus 38 años, Nino Schurter ha iniciado su 23ª temporada en la Copa del Mundo con la misma determinación que lo ha convertido en el referente indiscutible del MTB de élite. El múltiple campeón del mundo y olímpico suizo, integrante del Scott-SRAM MTB Racing Team, sigue inmerso en una nueva fase de preparación física y mental con vistas a un año que se presenta especialmente intenso, con dos citas señaladas en casa: el Campeonato del Mundo en Crans-Montana y una nueva parada de la Copa del Mundo en Lenzerheide.
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«Era importante para mí hacer una gran pausa, desconectar de verdad»
“Ahora estamos aquí en Magglingen para realizar tests de rendimiento. Ha sido una temporada dura, la de 2024, con los Juegos Olímpicos y muchos momentos destacados”, explicaba Nino en su reciente test de pretemporada, justo antes de partir a Brasil. “Fue una fase de clasificación muy exigente, y era importante para mí hacer una gran pausa, desconectar de verdad”.
Y esa desconexión llegó con un paréntesis familiar y personal: primero viajando con su hija a Legoland, en Dinamarca, y más tarde con unas vacaciones en Namibia, donde pudo recargar energías. “En invierno es fundamental para mí entrenar de forma diferente a lo habitual durante el resto del año. Me gusta variar a lo largo de la temporada”, señala.
Nino Schurter
Llevaba 4 años sin someterse a pruebas de rendimiento
En ese proceso, el esquí de fondo ocupa un lugar importante. “A principios de diciembre y enero, cuando las carreras aún quedan lejos, me encanta entrenar sobre la nieve. El esquí de fondo es un entrenamiento increíble: mejora la resistencia, la coordinación y la fuerza. Se usa todo el cuerpo”, asegura, convencido de su eficacia.
Este año, Schurter ha vuelto a someterse a pruebas de rendimiento tras cuatro años sin hacerlo, una decisión que responde a su voluntad de ajustar con precisión sus zonas de entrenamiento. “Quiero ver cómo ha evolucionado mi cuerpo con los años y trabajar con datos concretos. Me interesa saber en qué tengo que seguir mejorando, dónde poner el foco”. Aun así, insiste en que solo hace pequeños ajustes, sin reinventar lo que ya ha dado buenos resultados: “Intento integrar nuevos conocimientos científicos con cuidado, pero sin darle la vuelta a todo. Muchas cosas ya han funcionado muy bien”.
Nino Schurter
«Ganar otra vez no será fácil, todo tiene que encajar. Pero ya ocurrió una vez en Val di Sole»
Para esta pasada pretemporada, se marcó una fase intensa de preparación, con entrenamientos bien dirigidos según los datos recogidos. El objetivo no es menor: rendir al máximo en dos de las pruebas más especiales del calendario para cualquier corredor suizo. “Tenemos dos grandes citas por delante: la Copa del Mundo en Lenzerheide y el Mundial en Crans-Montana”. En particular, la carrera en Lenzerheide le despierta una fuerte motivación: “Allí tengo recuerdos muy especiales. Ha sido un lugar muy exitoso para mí, y sería increíble poder ganar otra vez en casa”.
Consciente de su veteranía y del nivel de exigencia actual, Nino mantiene intacto su espíritu competitivo. “Soy el más mayor del pelotón. Ganar otra vez no será fácil, todo tiene que encajar. Pero ya ocurrió una vez en Val di Sole, donde todo salió bien y pude volver a ganar”.
Nino Schurter
«Sigo mientras me divierta. Sé que pronto llegará un cambio»
Schurter no descarta que 2025 pueda ser su último año en la élite, aunque prefiere vivirlo con naturalidad. “Sigo mientras me divierta. Sé que pronto llegará un cambio, pero espero que 2025 sea un año exitoso. Luego ya veré qué viene después”.
Para Nino, el legado también es una motivación. “Tener un Mundial en casa es una gran oportunidad, no solo para mí, sino para el deporte”. Y con esa mentalidad, el campeón suizo se prepara para una temporada que, gane o no, volverá a tenerlo en el centro de todas las miradas.