Es habitual abusar del calificativo «las más dura del mundo» cuando nos referimos a una prueba de MTB. En un mundo donde se busca la épica y las organizaciones pelean entre si por atraer la atención de los bikers hacia sus competiciones, el calendario se llena de pruebas anunciadas como las más duras del mundo.
Sin embargo los números suelen poner a cada competición en su lugar y, con esos mismos números en la mano, algunas pruebas destacan por encima de otras cuando se refiere a dureza.
La MB Race Culture Velo es una prueba relativamente reciente. Nacida en 2010 transcurre por un campo de juego con terreno de sobra para tener toda la dureza que quieran. La región de Portes du Mont-Blanc, en los Alpes, ofrece un terreno montañoso y un marco incomparable para una prueba de bike-maraton. Con sus 140km de recorrido y 7000 metros de desnivel positivo, el perfil de la MB Race Culture Velo da miedo. En su primera edición solo 1 participante de los 600 inscritos logró terminar la carrera. Sí, solo 1.
Continúa tras los patrocinadores
Poco a poco la prueba se ha consolidado y este año ha sido puntuable para las UCI Marathon Series, además de una de las 4 citas de la MTB Alpine Cup. La MB Race Culture Velo se ha convertido en todo un festival de la bicicleta de montaña, con muchas más carreras paralelas en diferentes distancias y modalidades, incluyendo un enduro. En total 8 competiciones diferentes. Tanto es así que es el 3er evento de MTB más importante de Francia, y eso es mucho decir en un país donde los festivales de MTB triunfan. 32 expositores, más de 7.500 espectadores y 425 voluntarios son solo alguno de sus números.
En 2016 hubo 2.179 bikers en total y la versión completa de la MB Race sólo la completaron 87 bikers.
La inclusión en las UCI Marathon Series ha hecho que el nivel de participantes en la lucha por la victoria crezca. Eso hacía esperar que hubiese una mayor cantidad de finishers entre los 1.200 bikers que tomaron la salida de la prueba reina. Pero al recorrido colosal se sumó la lluvia, el frío y el barro en un cóctel que hará de la edición 2017 una referencia en dureza.