La bajada de ventas plasmada en el informe financiero de Shimano para el primer trimestre de 2023

Shimano, como empresa referente del sector, refleja muy bien la situación de la industria del ciclismo

Shimano es una empresa que cotiza en bolsa y, como tal, ofrece informes financieros y de análisis de su mercado de forma trimestral. Sabiendo que es una de las empresas más potentes del mundo de la bicicleta sus informes son todo un reflejo de la realidad del mercado. Tras varios años de crecimiento récord en ventas y en beneficios, este primer trimestre de 2023 sus ventas han marcado un considerable descenso respecto al mismo periodo de 2022.

Continúa tras los patrocinadores

Ya habían avanzado en su informe del último trimestre de 2022 que los ingresos bajarían

Si bien hay que saber diferenciar entre las ventas de Shimano (sell in, ventas que hace a sus canales de distribución y clientes) y las ventas al público final (sell out, los productos que finalmente compran los clientes en tienda), las cifras de los informes de Shimano siempre suelen seguir las tendencias globales del mercado. Aunque sea con un determinado desfase de tiempo respecto a la realidad del mercado final. De la misma forma que el subidón impulsado por la pandemia tardó unos meses en plasmarse en crecimiento en las cifras de ventas de los fabricantes, el descenso en las ventas iniciado el año pasado empieza a plasmarse ahora en las cuentas de los fabricantes.

Es una situación que no pilla de imprevisto a Shimano que, en su informe del 4o trimestre de 2022 ya anticipaba un panorama como el que ahora describe en sus cifras del primer trimestre de 2023. En números, los ingresos de su división de ciclismo (tiene otras divisiones, como la de pesca) se han reducido en un 16,8% respecto al mismo periodo de 2022 (meses de enero a marzo), quedándose en alrededor de 666 millones de euros (al cambio actual, puesto que Shimano da sus cifras en yenes). En el mismo periodo de 2022 llegó a los 800 millones de euros.

«El fuerte interés en las bicicletas se enfrió a medida que se avanzó hacia la recuperación de las rutinas diarias anteriores a la COVID-19»

Aunque todo ello entraba dentro de lo previsible, quizás el dato más negativo es que ese descenso en ingresos ha sido mayor de lo que habían previsto. A pesar de ello, la compañía sigue contando con una posición económica firme e incluso ha reducido su deuda.

Su informe también explica los motivos de la situación actual. «Aunque el fuerte interés en las bicicletas se enfrió a medida que se avanzó hacia la recuperación de las rutinas diarias anteriores a la COVID-19, el interés en las bicicletas continua como una tendencia a largo plazo. Por otro lado, las preocupaciones sobre la recesión económica, incluido el rápido aumento de la inflación, llevaron a una desaceleración en las ventas de bicicletas, y los inventarios del mercado en general se mantuvieron altos, a pesar de los continuos ajustes de la oferta y la demanda» explica en su informe.

Respecto a Europa, explica que «el interés y las ventas minoristas de bicicletas continuaron siendo «sólidos», con las bicicletas eléctricas a la cabeza. A pesar de eso, los inventarios del mercado se mantuvieron en «niveles altos», excluyendo algunos modelos de alta gama.» Lo que encaja con la percepción actual del mercado. Nivel de stocks altos, especialmente en material de gama media y baja, y las e-bikes como uno de los motores principales (nunca mejor dicho) de ventas.

Aun con ello, su nivel de ingresos se mantiene por encima de la época prepandemia.