A pocas semanas de los Campeonatos del Mundo en Cairns, Australia, una de las mejores bikers del panorama internacional y actual campeona olímpica podría perderse la prueba más importante del año por un conflicto, sin sentido, con su federación nacional. Jenny Rissveds, y buena parte de los bikers suecos seleccionados para el evento, han decidido no acudir a la prueba para no violar los contratos de patrocinio que tienen con sus respectivos equipos y marcas de apoyo personal.
La historia es todo un sin sentido tan injusta e ilógica que cuesta creer. El año pasado la Federación de Ciclismo de Suecia llegó a un acuerdo de patrocinio con varias marcas, entre ellas la firma de ropa, gafas y cascos POC. En su acuerdo, además de lucir el nombre de la marca en su ropa, iban más allá, solicitando que todos los corredores seleccionados compitiesen equipados con sus cascos y gafas.
La federación de Suecia pretende imponer el material con el que deben competir sus corredores seleccionados en el Mundial.
Algo totalmente imposible para aquellos bikers que se dedican de forma profesional al mountain bike y que están unidos a otras marcas en virtud de los acuerdos de patrocinio que tienen, o bien sus equipos, o bien ellos mismos a nivel personal. Y que son la base de sus sueldos y su modo de vida.
Recordemos que, en MTB, tan sólo se compite por selecciones en los Campeonatos del Mundo y de Europa y que las federaciones no aportan ningún sueldo a sus seleccionados en la mayoría de casos.
Continúa tras los patrocinadores